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Corroboro punto por punto aquellas sabias palabras de Sara Montiel cuando la descubrieron casándose de falsete y a hurtadillas con el cubano del maletero: "pero, ¿qué broma es esto?". Ni todos los médicos de "Urgencias" y "Hospital Central" juntos serían capaces de localizar la misteriosa lesión que le impide a Ayala ir concentrado con el resto del equipo. ¿Qué le duele al defensa argentino? Le duele el alma, y eso no lo puede detectar la artroscopia más perfecta del mundo. A Ayala le duele el alma porque Pedro Cortés le prometió una subida de sueldo si fichaba por el Valencia y todavía está esperando que ésta se produzca, en vista de lo cual el central ha optado por quedarse en casa lesionado y calentito hasta que Jaime Ortí –vicepresidente en la época de Cortés y ahora máximo responsable del club ché– pase por taquilla u opte por traspasarle a otro club, por ejemplo el Real Madrid.

Yo ya hace tiempo que elegí no entrevistar a Jorge Valdano. No me gusta perder el tiempo ni hacérselo perder a los oyentes y para sacar algo en claro del director deportivo del Real Madrid necesitaría un par o tres de "magacines" de seis horas. Escucho a un compañero de otra emisora decir, ufano tras entrevistar a Valdano, que sus oyentes tienen que estar muy satisfechos porque éste ha dicho muchas cosas. Créanme, nada de nada. Otro colega de profesión le dice a Jorge que no le quiere "exprimir" y Valdano, al fin, reconoce que Ayala "no es un objetivo estratégico", lo cual me lleva directamente a una conclusión esquizofrénica. Valdano aseguró en su día que Zidane, Ronaldo y Beckham tampoco eran "objetivos estratégicos", y los tres están jugando ahora en el Real Madrid. ¿Quiere esto decir que la estrategia de contrataciones de Valdano va en una dirección opuesta a la del club?

Naturalmente que el fichaje de un defensa central de la calidad de Ayala debe ser un "objetivo estratégico" para el Real Madrid, más aún tras la historia frustrada de Milito y la debilidad que la plantilla de Carlos Queiroz tiene en esa zona del campo. El problema para el jugador es que no puede alargar su lesión imaginaria hasta que se abra el "mercado de invierno", allá por el mes de diciembre. El problema para el Valencia es que no le quiere pagar al futbolista lo que en su día le prometió Pedro Cortés. Y el problema para el Real Madrid es que no quiere caldear (más aún) el partido del próximo sábado en Mestalla. Pero observando el comportamiento de unos y otros me viene de nuevo a la cabeza la protagonista de "El último cuplé"... "Pero, ¿qué broma es esto?".


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