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Federico Jiménez Losantos

Lo que algunos llaman "Resistencia iraquí"

Otro militar español ha sido asesinado por los terroristas iraquíes, cuyo único norte es impedir que la liquidación del régimen de Sadam sea irreversible y que se cree, gracias a la protección militar de las fuerzas aliadas, otro régimen más democrático, mas respetuoso con sus ciudadanos y vecinos y que no se dedique al saqueo del país al socaire de la guerra con Occidente. El Gobierno ha actuado correctamente al anunciar que España no va a renunciar ni a su presencia militar en Irak ni va a cambiar su política, que es exactamente esa: construir un régimen civilizado en el que no tanga cabida la complacencia ni la excusa con el terrorismo islámico.

Sabemos que Al Qaeda está reclutando a través de Internet y por los canales de ciertas mezquitas dedicadas al crimen organizado terroristas de cualquier parte del mundo que quieran ira a matar "infieles" a Irak y, eventualmente, a morir matando. Los restos del régimen sadamita proporcionan un colchón de acogida indudable a los secuaces y émulos de Ben Laden. La tarea de los aliados será, por tanto, larga y dura. Pero es justa, es buena para Irak y para los países civilizados y al final acabará triunfando, siempre que no se dispare desde la retaguardia contra nuestras propias tropas.

Y es evidente –lo fue ya en los prolegómenos y en el transcurso de la guerra– que una Izquierda-Basura cuya única seña de identidad ideológica es el odio a Norteamérica y, por extensión, a Occidente, quiere conseguir mediante una campaña sistemática de acoso político a los gobiernos y desprestigio de las tropas que hicieron huir a Sadam que Irak se convierta en un nuevo Vietnam. Uno de los mecanismos más abyectos, por eficaces, de esta política es la dignificación de los terroristas de Sadam o Ben Laden llamándolos "Resistencia", vocablo que por asociación con la actividad clandestina antinazi tiene connotaciones de heroísmo y defensa de las libertades; de legitimidad, en suma.

Hay ediciones digitales y hasta en papel de los diarios de más tirada en España que en los últimos días están ofreciendo un auténtico recital de lo que sólo cabe leer como apología o justificación del terrorismo, entrevistando como modelos de civismo a los criminales que asesinan norteamericanos... y españoles. Se parece demasiado a las entrevistas de propaganda que algunos medios de comunicación, extranjeros o de Estella, siguen haciendo a los etarras como para no reconocer el modelo. También para no ver lo que estamos hartos de ver desde la guerra de Irak: cualquier criminal antiamericano y, si se tercia, antiespañol, es, por principio, respetable. No se comparten los medios (o eso nos dicen), pero sí los fines. Eso también nos suena. Demasiado.

A la Izquierda nunca le han preocupado los seres humanos, por eso sigue defendiendo el pasado y el presente del Gulag, bajo Stalin o bajo Fidel Castro. Pero manipula con habilidad –heredada de la Komintern– el exotismo tercermundista para conferir un halo romántico a los enemigos de la libertad. Lo prueba hasta la náusea el culto a ese siniestro criminal, modelo de terroristas, llamado "Che" Guevara. Pues bien, que sepan (y que sepan que sabemos) que están ayudando por acción o por omisión a los que matan españoles en Irak, a los que tratan de crear un régimen que no llene inmensas fosas comunes con niños y mujeres kurdos gaseados o con ancianos chiíes degollados. La única fosa que les interesa es la que diariamente cavan para el liberalismo y para ese Occidente en el que tan bien viven. Pero si ellos han aprendido la técnica de Vietnam, otros han aprendido la lección. La mejor forma de honrar a los asesinados en Irak es respaldando su misión. Así lo hacemos hoy. Así seguiremos haciéndolo siempre.

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