Se mueven cautamente, pero da la impresión de que lo hacen con seguridad. Me refiero a los avances que se han verificado en las reuniones entre el Mercosur y la Unión Europea. Se ha acordado, según la definición del canciller de Uruguay Didier Operti, “una hoja de ruta señalizada y muy completa”, en la cual, según el Ministro brasileño Celso Amorín, se ha acordado dar prioridad al tema agrícola reconociendo de manera expresa su importancia.
Se han fijado un total de cinco reuniones, que comenzarán a celebrarse en pocos días. La primera de ellas, el venidero 1 de diciembre, en Bruselas. De inmediato, el 12 de febrero, los negociadores se encontrarán en Buenos Aires, para volver a reunirse, el 13 de abril en Bruselas. El 14 de junio, afinando los lápices, nuevamente se reunirán en Buenos Aires, para dar por finalizados los encuentros el 15 de julio, otra vez en Bruselas.
El optimismo se palpa en las palabras del Comisario de la Unión Europea, Chris Patten, quien ha observado que “es muy probable que en la Cumbre Unión Europea/América Latina, a celebrarse en Guadalajara el 28 y 29 de mayo del año próximo, se pueda anunciar una fecha de conclusión”.
En este sentido, corresponde señalar que la reunión de abril será poco menos que clave para el acuerdo entre el Mercosur y la UE; en esa oportunidad, ambas partes tendrán que dar a conocer sus ofertas sobre la apertura de sus mercados de servicios, bienes e inversiones. Y aquí es, precisamente, donde el tema agrícola toma su real dimensión, ya que, como es notorio, es de importancia capital para los países miembros del Mercosur. En esta oportunidad será motivo especial, y necesariamente, de debates, por cuanto se ha establecido que ésta será la culminación de la serie de negociaciones específicas que realizarán ambos bloques sobre el citado punto.
Por otro lado, cabe señalar que despierta interés y preocupación en los países europeos, lo relacionado a las compras gubernamentales. Y en este aspecto, en Bruselas, será el Mercosur quien deberá precisar sus pretensiones.
En consecuencia, en este encuentro es donde están cifradas las mayores esperanzas, tanto de una como de otra parte. No es improbable que de aquí, finalmente, salgan las bases concretas sobre los puntos de mayor interés para las partes, haciendo factible el acuerdo de Asociación y Libre comercio entre ambos bloques.
Contemporáneamente con las reuniones ya mencionadas, el Mercosur no descansa. Y, en este sentido, ha fijado para el 17 de diciembre, en Montevideo, su encuentro con la Comunidad Andina. Esta cumbre de los dos organismos comerciales y de integración tendrá lugar un día después del encuentro de los presidentes del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Paraguay) y sus socios Chile y Bolivia.
La reunión de los diez presidentes sudamericanos tiene como principal cometido fijar detalles finales del acuerdo de libre comercio, que se viene gestado, desde hace tiempo, con los andinos. Ha trascendido que a esta reunión ha sido invitado el primer ministro ruso; esta presencia tiene relación con la creciente vinculación económica de la Federación Rusa con la región. Se sabe que el embajador ruso en Uruguay es quien ha llevado adelante las reuniones con los países del Mercosur, procurando acuerdos. Y concretamente con Uruguay, han encontrado, ya, soluciones para una deuda 50 millones de dólares de la ex URSS, sobre la base de la entrega de camiones y vehículos militares (no de guerra) por parte Moscú al Ministerio de Defensa Nacional de Uruguay, más diversos materiales ferroviarios para las redes uruguayas.
Cabe señalar que en esta reunión de Montevideo, Uruguay entregará la presidencia rotativa del Mercosur, la que ha llevado activamente adelante en estos seis meses de ejercicio de la misma, recayendo ésta en el ex presidente argentino Eduardo Duhalde, como Presidente de la Comisión Permanente de Representantes Nacionales del Mercosur, de corte político.