Pues a mí me gustó cómo jugó la selección española. Después de la agonía del 2-1 se ha abierto, como no podía ser de otra forma, un debate a propósito de todo, desde la idoneidad de Iñaki Sáez para ocupar ese banquillo –debe ser que desde 1964 no ha habido ningún seleccionador idóneo porque nunca hemos ganado nada– hasta los cambios (un clásico) pasando por los ausentes (otro).
¿A santo de qué viene acordarse justo el sábado de Tristán o Morientes? Incluso oí a un aficionado sacar a colación el nombre de Ismael Urzaiz... ¿Y por qué no Luque? ¿O Capi? ¿O Mendieta? En aquella Eurocopa de 2000 que también ibamos a ganar de calle, Camacho llevó a Guardiola, Alfonso, Gerard, y muchos de los que están ahora estuvieron también entonces (Raúl, Echeberría, Valerón) y sin embargo Noruega nos ganó por 1-0. ¿Qué pasó? Yo creo que, independientemente de un seleccionador u otro y de unos u otros futbolistas, si en España hacemos un análisis profundo de la situación de nuestro equipo nacional la conclusión sólo podrá ser una: a nivel de selecciones pintamos menos que la Tomasa en los títeres. La confusión generada entre los aficionados puede proceder del hecho de que el Real Madrid Club de Fútbol haya ganado 9 Copas de Europa o que Barcelona, Atlético de Madrid, Deportivo de La Coruña o Valencia sean también claros referentes a la hora de hablar del fútbol internacional a nivel de clubes.