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La FIFA publicaba su ránking de selecciones nacionales poco antes de que Noruega y España saltaran al Ullevaal Stadium de Oslo y mientras que el equipo de Nils Johan Semb ocupaba el puesto treinta y nueve del mundo, España era tercera tan sólo por detrás de Brasil y Francia. Dicen que el miedo es libre y justamente por eso –porque teníamos mucho miedo a quedarnos fuera de la Eurocopa de Portugal– nos hemos tirado los últimos cuatro días hablando de la calefacción y de la nieve. Pues al final ni calefacción ni nieve ni Flo ni fla ni "na de na". El caso es que, a pesar del engañoso 2-1 del partido de Mestalla e independientemente de esa fantasiosa clasificación de la FIFA, España es infinitamente superior a Noruega. El partido de este miércoles no suponía una reválida para Iñaki Sáez (aunque si no hubiéramos ganado le habrían puesto de patitas en la calle) sino exclusivamente para nuestros futbolistas, jugadores millonarios e idolatrados por millones de personas. Eran ellos, y no Sáez, quienes tenían que dar por tanto la cara ante Iversen y compañía. Eran nuestros futbolistas quienes tenían que demostrar cuál era el nivel exacto del fútbol español. Y yo creo que no somos los terceros del mundo como asegura la FIFA, pero tampoco podemos tener excesivos problemas para deshacernos de un equipo como el noruego que sólo practica el "X".
 
Espero que Alfonso Ussía sí entienda hoy por qué Raúl tiene que ser intocable. El madridista tiene las piernas torcidas, sí, pero no como las de John Wayne sino como las de Rivaldo o Zidane. Es decir, Raúl González Blanco tiene las piernas arqueadas de un "crack". Fue Raúl y no otro quien abrió la "lata noruega". Fue él. Y resulta que, estadísticamente hablando, casi siempre suele ser el mismo. En cualquier otro país del mundo este debate sería baldío o ni siquiera se plantearía seriamente. Aquí lo hace Alfonso Ussía, quizás porque ya no piensa volver a presentarse nunca más a las elecciones a la presidencia del Real Madrid. Eso está muy bien (me refiero a que Ussía pueda opinar lo que quiera). Es muy español y muy sano porque así nos ahorramos el dinero del psiquiatra.
 
España estará en la Eurocopa por la sencilla razón de que tiene futbolistas cuyo nivel es de Eurocopa y no porque Sáez saque a Valerón o a Reyes para tal o cual partido. Lo único que realmente me inquieta es que, mientras los enemigos de Francia o Alemania son Brasil o Argentina, nosotros parecemos abocados a luchar a brazo partido con Grecia, Irlanda, Yugoslavia o, como sucedió hoy, Noruega. Ojalá demos en Portugal-2004 ese saltito de calidad que nos falta. Ojalá. Porque ya estoy hartito de Flo. Y también de fla. Aunque al final, como se ha visto, "na de na".

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