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Pío Moa

Aclarando algunos conceptos

El señor Alex Baer ha escrito una carta sugiriendo mi exclusión de Libertad Digital por antisemita. Creo que este señor confunde algunas cosas elementales, y no estará de más aclararlas, porque no sólo a él le pasa.
 
– Lo que llama revisionismo es un fundamento del “Discurso del método” cartesiano y una norma elemental en el trabajo científico. Negarlo es tratar de imponer el dogmatismo.
 
– Sobre el Holocausto hay material de sobra. Estoy seguro de que cualquier revisión honrada no hará sino confirmar el horror o añadirle más. 
 
– El hecho de que millones de judíos hayan sido asesinados por los nazis no quiere decir que  los judíos en bloque pasen a ser santos o libres de crítica. Entre ellos, como en cualquier otro pueblo, ha habido también criminales.
 
– Creo que el estado de Israel tiene derecho a existir. Soy consciente de que ha cometido y comete algunas brutalidades, pero también de que no se le puede juzgar desde la comodidad de Europa. Es un país acosado sin piedad, al que cualquier claudicación o error puede conducir a la catástrofe. Si Israel dependiera de la actitud falsamente humanitaria de Europa, habría sufrido ya un segundo holocausto.
 
– Las atrocidades del franquismo no tienen nada en absoluto que ver con el Holocausto. Los judíos, como pueblo, no habían hecho nada contra Alemania, más bien al contrario, y por eso su exterminio tiene un aspecto especialmente siniestro. En España había mediado una guerra civil en la que los dos bandos cometieron atrocidades, y en que hubo las consiguientes venganzas, como las hubo en Alemania o Italia según terminaba la guerra.
 
– Sobre las atrocidades del franquismo, el señor Baer, como judío, podía recordar que su pueblo tiene una importante deuda de gratitud con Franco.
 
– Equiparar la expulsión de los judíos de España en el siglo XV con el Holocausto, como hace Wisenthal, es como igualar un desahucio injusto con un asesinato. Es tan absurdo que habría que pensar en los motivos de semejante comparación.
 
– Decir que con la expulsión de los judíos España perdió  sus mejores elementos humanos, como hacen Américo Castro o Goytisolo, es, aparte de una notable tontería, una idea claramente racista.
 
– La expulsión de los judíos por los Reyes Católicos sí puede compararse a la expulsión de palestinos por los judíos en tiempos recientes. Es cierto que muchos palestinos salieron porque sus líderes se lo pidieron, para volver en tromba y en plan exterminador, pero otros muchos huyeron por el terror. Decir esto no es hacer antisemitismo, sino señalar un hecho cierto. Entre los judíos, como en cualquier otro pueblo, no faltan los fanáticos, y la frase de Wisenthal es propia de un fanático. 
 
– Dice que mis libros  son  antiprogresistas. Está claro que lo que el señor Baer y yo consideramos progresista no coincide. Nunca me parecerá progresista una “democracia” compuesta por comunistas, socialistas marxistas, anarquistas, racistas y republicanos que intentaban golpes de estado al perder las elecciones. El señor Baer tiene, por supuesto, derecho a pensar de otro modo, pero no a querer imponer su punto de vista y sugerir que quien no piensa como él debería ser excluido de Libertad digital.
 
– Dice el señor Baer que yo falseo la realidad histórica al negar la matanza de Badajoz o rebajar sus cifras. También él está en su derecho de creerse panfletos basados en la metodología de la “lucha de clases”, como el del señor Espinosa. Pero no tanto derecho a retorcer mi punto de vista. Que la matanza de la plaza de toros con toda aquella parafernalia de la leyenda fue un invento de la propaganda, no hay la menor duda de ello, y el propio Espinosa se ve obligado a reconocerlo, con sumo pesar. Yo no niego que hubiera otras matanzas, como en tantos otros lugares. ¿Cuánta gente murió? Las cifras de Espinosa deben ser indudablemente revisadas, ya que su metodología marxistoide arroja sobre ellas la mayor sospecha de propaganda. Él simplemente junta todos los nombres de muertos izquierdistas, cayeran en combate, en fusilamientos o por otras causas, en muchos lugares y ocasiones, y deja que el lector, como el señor Baer, se los imagine juntos en la famosa “matanza de Badajoz”. La experiencia de falseamiento de la historia por historiadores tipo “lucha de clases” es tan abrumadora, que nadie medianamente serio puede aceptar sus tesis sin una fuerte dosis de escepticismo. Los mismos nombres ofrecidos por Espinosa tendrían que ser revisados a fondo para creérselos. No sería la primera vez que se ofrecen víctimas con la ideología cambiada.
 
– El revisionismo histórico del que me acusa es, repito, una virtud y una necesidad científica, aunque al dogmático señor Baer le moleste. Y la acusación de antisemitismo que también me hace es sólo una falsedad interesada, para apoyar sus pretensiones dogmáticas y censoras. Utiliza el término en el mismo sentido en que los comunistas el de “antisoviético”. Ya conocemos esas cosas. 
 

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