Antena 3 ha contratado a la productora catalana “El terrat” para fabricar un programa de parodias sobre la televisión titulado “Homo zapping”. La empresa ya tenía una experiencia sobre programas con referencia televisiva, pues durante años entretuvieron con su “Malalts de tele” (Enfermos de tele) a la audiencia catalana.
Sin embargo, nada tiene que ver esta producción con la de su época dorada en la cadena autonómica. Lo que ha comprado Antena 3 es apenas una sombra de la que antaño les dio fama y dinero en Cataluña y no deja de ser un apaño en el que salta a la vista que, por mucho que se esfuercen en parodiar o ridiculizar, lo que sale en la pequeña pantalla es, aunque se mire con benevolencia, algo que huele bastante peor: la realidad de la telebasura que se emite en la actualidad desde la pequeña pantalla en cadenas públicas y privadas.
Esther Arroyo y José Corbacho representan unos vecinos que se ponen delante de la tele sin hacer ningún comentario sobre lo que ven. Es una posición complaciente que no pone en entredicho lo que vomita la pequeña pantalla.
A lo largo de media hora muy concentrada, los “sketches” recorren programas conocidos como “Día a día”, “Pasapalabra”, “Redes”, “Un paso adelante” “Aquí hay tomate” o “Versión española”, intentando arrancar una sonrisa, cosa que a duras penas consiguen.
Las parodias sobre la televisión han tenido verdaderos maestros en humoristas como “Martes y Trece”. Hasta “Cruz y raya” y “Los Morancos” se han lucido diseccionando algunos animales televisivos. El caso de “Homo zapping” es algo diferente, porque tienen que hacer un recorrido por muchos programas y no están trabajadas las parodias. Tampoco parece que quieran hacer demasiada sangre porque, al fin y al cabo, están dentro del mecanismo de las cadenas y no pueden arremeter contra el estado lamentable de las televisiones generalistas.
Si algo se puede decir a favor de este programa es que, salvo algunas concesiones al medio-escándalo, como meter palabras malsonantes, no es el típico programa basura que recoge lo más lamentable de la televisión actual, sino que intenta crear una cierta distancia con la porquería que se puede ver a diario en las cualquier televisión. “Homo zapping” no resulta hiriente, pero tampoco derrocha ingenio y acaba siendo una componenda de escaso vuelo en la que se recrea un “zapping” falso para consumo de minorías.