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Juan Manuel Rodríguez

Corriendo a lo Forrest Gump

Iván Helguera aseguró el otro día que Claude Makelele corría más que David Beckham, lo que es tanto como no decir absolutamente nada. Y aunque yo estoy convencido de que él se esforzó por ser "políticamente correcto" (como todos, salvo cuando se trata de las lentejas propias) a lo largo de dicha entrevista defendiendo a su ex compañero francés pero sin molestar al inglés, la interpretación que el lector de esa entrevista pudo extraer de dicho titular era que Helguera echaba de menos a Makelele o que veía excesivo el halago hacia el fútbol que practica Beckham. Aunque insisto en que no existe, por parte de Beckham, motivo para la preocupación, puesto que, incluso en el hipotético caso de que las declaraciones de Helguera fueran realmente en la dirección anteriormente indicada, el defensa central del Real Madrid no dijo nada de nada.
 
¿Correr más... exactamente hacia dónde? ¿Hacia adelante? ¿Hacia atrás? ¿Con el balón en los pies? ¿Desmarcándose? ¿Apoyando a un compañero? ¿Anticipándose a un rival? ¿En el transcurso de un minuto o durante los noventa que dura un partido? ¿A lo largo de todo el campo o en una zona limitada?... ¿Correr a lo Forrest Gump? ¿Ven cómo realmente no existía ningún peligro y Helguera no había dicho nada? Yo creo que él se equivocó si pensaba que estaba alabando a Makelele diciendo que corría más que Beckham. Eso sería un halago para el francés si éste fuera maratoniano, pero resulta que es futbolista como él. Helguera no dijo siquiera que fuera más veloz, sino simplemente que corría más, como si la resistencia fuera el único valor añadido de Claude Makelele.
 
Ya explicó en su día Johan Cruyff qué era lo que diferenciaba a un extraordinario futbolista de otro mediocre, y no era precisamente la resistencia. El holandés decía que un gran futbolista era aquel que tenía la capacidad de controlar rápidamente el balón y pasarlo con la misma celeridad que lo recibía. Beckham reúne esos dos conceptos y añade otros dos, ya que es capaz de pasar el balón a otro compañero que se encuentra a treinta metros y, además, lo hace con gran precisión. Si a eso le añadimos que Beckham es un consumado especialista a la hora de lanzar las faltas y que defiende como uno más y en muchas ocasiones lo hace incluso más que los demás nos daremos cuenta de que no existe punto de comparación entre David Beckham y Claude Makelele, y que Helguera ha sido –seguro que sin pretenderlo– un poco cruel con su amigo Claude. El titular más ajustado habría sido el siguiente: "Makelele sólo corre más que Beckham". Y tampoco sería exactamente así.

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