Tras cinco meses de "reflexión", Luis Figo ofreció el viernes una rueda de prensa que le podría haber preparado Joan Gaspart, probablemente su peor enemigo deportivo. El portugués continúa siendo un hombre afortunado porque los mil millones de pesetas que cobra por temporada (lleva cuatro mil "kilos" desde que Florentino Pérez le "convenció" para que se viniera al Real Madrid) le permiten tomarse un "distanciamiento" con la prensa. En realidad Figo llevaba cinco meses sin hacer declaraciones a los periodistas. El motivo es que quería pensar en lo que sería su vida en el futuro... ¡Toma ya!... Insisto en que Figo es un hombre afortunado porque estoy seguro que el noventa y nueve por ciento de los periodistas que cubrieron su insulsa rueda de prensa querrían también tener la posibilidad de tomarse un "distanciamiento" con respecto a Figo, pero sus sueldos no se lo permiten.
Reconozco que el dato me sorprendió cuando me lo desveló el compañero que cubría la información del Real Madrid. "Ha hablado Figo", me dijo... "¿Y?", respondí yo a la gallega. "Es que llevaba cinco meses sin hablar". "¿Sólo?" Figo eligió un mal momento, justo unos días después de que se publicara en Inglaterra el presunto interés de Chelsea y Manchester, porque no dio ni una sola pista sobre su futuro. Aunque por otro lado adquirió en la sala de prensa un protagonismo que indiscutiblemente le han robado sobre el campo otros futbolistas como Zidane, Ronaldo y Beckham. Es la única forma que tiene en este momento el portugués de hacernos ver que continúa vivo y "galáctico".