No sé para qué quiere Joseph Blatter que las futbolistas lleven ropa más ajustada si ya está él ahí para llamar la atención por todos, hombres y mujeres, niños y grandes. Aunque, ya puestos, yo propondría que el presidente de la FIFA se paseara por los estadios de todo el mundo en corsé de pitón, con tacones de aguja y wondrebra. ¡Eso sí que sería realmente llamativo! ¿Se imaginan a Blatter con una faldita escocesa y un generoso escote? Lo peor no es que Blatter suelte una sandez al mes sino que yo creo que en realidad él piensa verdaderamente lo que ha dicho, no ha sido fruto de una mala noche. Y si Blatter piensa que los hombres van a ver fútbol femenino por los cuerpos de las mujeres, ¿por qué no pensar también lo contrario? Y si llegamos a la conclusión de que las mujeres que van a presenciar partidos de fútbol masculino quieren también disfrutar viendo cuerpos de hombres, ¿por qué no exigirles a ellos que las amenicen la velada, que "llamen más la atención"? La jugadora noruega Klaveness ya le ha respondido a Blatter que si lo que quiere es ver modelos se compre el "Playboy".
¿Es esta la "universalización" que pretende Blatter? Sigo haciéndome la misma pregunta: ¿cuánto tiempo hace que no le sacan de su despacho? ¿Sabe que se acabó la "Guerra Fría"? ¿Es consciente de que echaron abajo el muro de Berlín? El fútbol tiene un problema con Blatter como antes lo tuvo con el brasileño Joao Havelange, ejecutivos que medran durante mucho tiempo para acceder a esos puestos de responsabilidad y luego resulta imposible quitárselos de encima. La historia es que don José sigue estando en las nubes e identifica su opinión con la del fútbol. Él es el fútbol y pasará por encima de los futbolistas, (a quienes abrasa con un calendario de locos) o el "G-14" si es necesario. ¿Cómo quitarse ahora de encima a Joseph Blatter? Esa es la cuestión.