Menú
Ignacio Villa

"Ketchup" González

A Felipe González ya le conocíamos desde hace mucho tiempo. Con él, no se cumple el dicho popular de que el tiempo mejora a las personas. Para nada. Con el tiempo, Felipe empeora a marchas forzadas. Escuchar lo dicho por el ex-presidente del Gobierno, el pasado jueves en el Club Siglo XXI, es una vergüenza nacional. Es una vergüenza, para todos los españoles de bien, que ese personaje ha sido presidente del Gobierno de España durante trece años. Es imposible acumular más bilis, más odio, más insolencia, más rencor, más mala intención, más estupidez, en tan poco tiempo. González humilló, una vez más, a Rodríguez Zapatero, algo que se está estableciendo como una costumbre; pero, además, se confirmó que González es una mala persona. Y mientras él esté ahí en la ¿segunda fila? de la política, será complicado que nazca y crezca un liderazgo saludable en el Partido Socialista.
 
Felipe González se ha encargado, una vez más, de echar tierra encima de los suyos. Con insultos, con zafiedad, con un tono malo y tenso, nada propio de alguien que dejó ya el poder hace ocho años, González ha vuelto a hacer un favor a Zapatero. Era lo que le faltaba al actual secretario general del PSOE, después de una semana nefasta, política y electoralmente, en la calle Ferraz.
 
Zapatero sigue dando tumbos, noqueado desde hace semanas, con heridas abiertas, la crisis catalana sin cerrar y saltando de propuesta en propuesta sin bajar a la letra pequeña. Zapatero quema sus iniciativas en menos de 24 horas; eso sí, va dejando tras de sí un reguero de asesores y de notables de los que todavía no se conocen muchas ideas. En menos de cinco días hemos pasado –siempre con una solemnidad de medio pelo– de la crisis de Irak a las clases de ética, pasando por el turismo sexual y terminando en la humillación pública de Gonzalez. Ni la Internacional Socialista, que se celebra este fín de semana en Madrid, le va a servir para aumentar su álbum de fotografías internacionales. En ella, hay pocos nombres conocidos, sólo estará el portugués Antonio Guterres que vive tiempos de oposición en su país.
 
En fin, supongo que, durante este fin de semana, el líder socialista deberá someterse a una cura de "autoestima". No hay por donde enfocar positivamente lo que le viene encima. Unas veces por sus errores, en otras ocasiones por los malos consejos, Zapatero no da pie con bola. Pero bueno, las equivocaciones y los errores son el "pan diario" de los políticos; lo que no está en el guión es la humillación y el ninguneo desde las propias filas. Zapatero cierra una semana lamentable y lo hace al ritmo deketchup González.¡Menudo ritmo!.

En España

    0
    comentarios