Vista la presentación de la campaña electoral del PSOE, en la que el responsable de organización del partido, José Blanco ha equiparado a Aznar con Mr. Hyde y a Rajoy con el Doctor Jekyll, parecería que los socialistas, han optado, a falta de ideas, por las ocurrencias como forma de batir al PP. No llegan a la acidez ingeniosa de Guerra, pero, en fin, menos da una piedra. Siempre que no se vuelva contra uno, claro está.
Y es que, aunque Aznar y Rajoy representen estilos diferentes, que sea el PSOE el que haga sorna de esas diferencias, ya es ganas de mentar la soga en casa del ahorcado. Porque, desde luego, si hay un partido con trastornos de personalidad múltiple y falta de liderazgo, ese es precisamente el Partido Socialista.
Ya quisieran tener los socialistas ahora un problema de bicefalia, no ya como el que le atribuyen erróneamente al PP, sino como el que tenía su propio partido con Almunia y Borrell al frente del cartel. El PSOE ahora mismo es una hidra, como mínimo, con 17 cabezas que piensan diferente y se muerden entre sí en cuestiones tan decisivas como la lucha antiterrorista, la política económica o el concepto de España. Y con este panorama en su partido, Zapatero tiene menos futuro que su logotipo de campaña.