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El viernes se inauguró oficialmente la página del candidato Zapatero, de modo que ya podemos hacer un análisis sobre cómo ven la red nuestros presidentes futuros o, más probablemente, algún cargo poco importante de sus respectivas campañas. Vamos a analizar la accesibilidad, los contenidos, la navegabilidad, la interactividad y la presentación de ambos sitios.
 
La web "ZP" es muy concisa y emplea un lenguaje que pretende una comunicación directa entre el candidato y el votante. No obstante, se queda muy corta en información, limitándose a unos breves textos que intentan dar un aire más humano al candidato y unas propuestas demasiado breves como para que se expliquen un poco y otorguen credibilidad a los medios con los que pretende darles cumplimiento. La de Rajoy, en ese aspecto, parece más una página del partido que del candidato, pues se habla del gallego en tercera persona, aunque la información es ciertamente mucho más completa.
 
Visualmente, la página de Zapatero resulta, para qué engañarnos, bastante cutre. Parece el resultado de dos tardes de trabajo de una becaria estresada (llamada "lolilla", para más señas, pues con las prisas se han dejado algunas tripas del web al aire). La web de Rajoy destaca en ese aspecto, aunque su espectacularidad vaya en detrimento de la facilidad de navegación, que se puede convertir en un verdadero caos. Es difícil, en ocasiones, saber donde estás dentro del sitio, además de que los menús móviles resultan un poco molestos si se quiere hacer un uso continuado de la página. ZP, en eso, lo ha tenido más sencillo, pues la estructura de la web consiste en una portada con enlaces a la información, que se abre en una nueva ventana de tamaño fijo. Algo incómodo y antipático para el usuario, pero que elimina muchas complicaciones.
 
Ambas páginas web presentaron graves problemas de accesibilidad en su presentación. Lo de Rajoy fue especialmente gracioso, pues dentro de la animación Flash que engloba toda su página había un enlace a un sitio accesible en versión sólo de texto, con logotipo de la ONCE incluido. Pero los ficheros Flash no están preparados para ser leídos por los programas que emplean los ciegos, de modo que de poco les servía. Este fin de semana han corregido la metedura de pata. En cambio, la de Zapatero, que prometía mejor comportamiento a este respecto, comete en cambio errores tan fáciles de solucionar como el de no poner textos alternativos a las imágenes. Seamos justos y démosles unos días, a ver si la pobre becaria lo puede corregir.
 
Los dos sitios web desechan la participación del usuario. Uno enlaza a unos foros, pero del PP, y el otro se limita a un formulario de contacto. Deberían aprender de los políticos catalanes, muchos de los cuales emplearon bitácoras como herramienta de campaña. Esta herramienta ofrece el día a día del candidato de forma mucho más personal que unas meras noticias preparadas por el gabinete de prensa. Además, se admiten comentarios, permite a los sufridos lectores la sensación de participación de la que carecen ambos sitios web, más afectos a la filosofía de emisor-receptor clásica de otros medios.
 
La verdad es que ninguna de las páginas me ha gustado.
 
Daniel Rodríguez Herrera es editor de Programación en castellano.

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