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Ignacio Villa

Zapatero tiene "Prisa"

Con la campaña electoral en marcha, cada personaje de esta larga escenificación política se acomoda los aperos para interpretar su papel, y algunos repiten el mismo protagonismo que ya tienen desde hace muchos años. ¿Saben a quién me refiero? No es difícil descubrirlo: hablamos del Grupo Prisa.
 
Es algo ya natural de cualquier convocatoria con las urnas. En una campaña electoral tenemos las caravanas, los mítines, los actos sectoriales y, por supuesto, los ataques y las campañas orquestadas desde Prisa contra el Partido Popular. Ya esté en el Gobierno o en la oposición, las campañas electorales no serían lo mismo si el grupo empresarial de Jesús de Polanco no arremetiera contra los populares.
 
Pero esta vez las encuestas han de estar muy mal para el PSOE, ya que la gran polémica electoral agitada por el Grupo Prisa se centra en si Rajoy está o no blindado por el PP, si habrá o no debates cara a cara, si los candidatos celebrarán ruedas de prensa o si los partidos darán a las televisiones la señal realizada de sus mítines. Pobre debate, muy lejano de los intereses de los ciudadanos y, desde luego, ignorante de las grandes cuestiones de fondo de una campaña electoral en la que España se juegan mucho.
 
Prisa vuelve por donde solía, es decir, a enredar de mala manera. Por cierto, supongo que es una mera coincidencia que las intervenciones de Alfredo Pérez Rubalcaba sean siempre un anuncio de las líneas editoriales de El País o de la SER. Lo dicho: es una suposición porque todos sabemos que las líneas convencionales entre Ferraz y Gran Vía están cortadas. Y es que ya sólo admiten la videoconferencia.
 
En fin, la campaña no ha comenzado y ya estamos con el juego sucio. Lo que pasa es que, por el momento, es un juego muy infantil, casi de andar por casa. Pocos argumentos serios y fiables están utilizando para atacar al candidato del PP. Quizá es que Mariano Rajoy se está saliendo con la suya. Su batería de propuestas está propiciando que, desde el PSOE y desde su brazo mediático, se estén quedando sin terreno para la provocación, por lo que tienen que recurrir a las simplezas conocidas.
 
Zapatero, como siempre, tiene Prisa, busca a Prisa y se refugia en ella. Y eso que no ha empezado la campaña. ¿Qué será de nosotros después del 28 de febrero? La locura.

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