Declaró el famoso cantante Víctor Manuel: “El mundo de la cultura lo han dejado [los del PP] como un solar. Algo tendrán que decir. Sé que la cultura a la gente le importa poco, que es una cosa secundaria y son más importantes las hipotecas y las cosas materiales. La mayoría de la gente no es capaz de traducir en qué consiste la cultura”. Encontramos aquí un par de muestras del narcisismo del pensamiento único.
Como sus cultos cultores se creen el ombligo de todo, la única forma de concebir al adversario es demonizándolo: si no gobierna la izquierda, entonces las cosas irán mal y “la cultura” quedará como un solar, nada menos. Esto es un disparate doble, porque ni la cultura va tan mal ni se limita, desde luego, a los componentes del –con nítido narcisismo- autodenominado “mundo de la cultura”.
Otra característica del pseudoprogresismo, y probablemente de las más irritantes, es su desdén hacia la gente corriente, que “no es capaz de traducir en qué consiste la cultura” porque está ofuscada por vulgaridades materiales como las hipotecas y cosas por el estilo. ¡Qué haríamos sin los sofisticados artistas progres que nos elevan de nuestro sórdido materialismo!