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Alejandro A. Tagliavini

El modelo debe ser Suiza, no Haití

El gobierno de Bolivia abrió un áspero debate para tratar de recuperar una salida al mar a través de Chile. El presidente chileno, Ricardo Lagos, contestó ofreciendo restablecer las relaciones diplomáticas, cortadas desde 1962, e invitó a profundizar el comercio y la integración bilateral, destacando que Bolivia dispone de libre tránsito y facilidades para acceder al océano.
 
Bolivia perdió unos 400 kilómetros de costas, en el Pacífico, cuando se alió con Perú en una guerra contra Chile en 1879 y 1883. Desde entonces reclama un acceso soberano al mar, a pesar de que ambos países firmaron un acuerdo de paz y límites en 1904. Pero cualquier solución de corredor marítimo que no esté en la frontera de Chile con Perú cortaría a la nación chilena en dos, por lo que Santiago insiste que en cualquier conversación se debe incluir al Perú.
 
Los políticos bolivianos exacerban el nacionalismo, tanto que algunas autoridades y dirigentes llamaron a boicotear el comercio y hasta pedir el cierre de la frontera. Cerca de 37% de las importaciones bolivianas pasan por Chile que, además, es su segundo socio comercial en materia de importaciones, con el 7,2%, exportando a Chile un monto similar al que exporta a Europa. En cambio, sólo el 0,7% de las exportaciones chilenas van a Bolivia. Así que la paralización del intercambio bilateral afectaría mucho más a Bolivia que a Chile.
 
Haití, que hoy es noticia, tiene costa en gran parte de su perímetro y, sin embargo, su PIB total es de apenas 3.000 millones de dólares y su PIB per cápita, uno de los más bajos del mundo, es de 400 dólares al año. En ese país casi comunista, un rígido control coactivo estatal sobre las empresas y el mercado laboral ha conseguido que el trabajo informal llegue al 92% en Puerto Príncipe y al 60% en el resto del país. Apenas 110 mil personas, de 8 millones de habitantes, trabajan en la economía formal, y un obrero gana alrededor de 60 dólares mensuales.
 
Ese es el resultado de la doctrina de los "teólogos de la liberación". Aristide fue el típico sacerdote tercermundista, hoy dictador oligárquico y aliado con las ocho familias ricas del país que utilizan el poder del Estado para imponer un socialismo que ha conseguido que 80% de la población viva por debajo de la línea de pobreza, mientras que 4 millones, la mitad de la población, pasa hambre. Los varones tienen una esperanza de vida de 47 años. La deuda externa haitiana, que no hubiera tenido lugar sin el aliento y aval del FMI, es de 2.000 millones de dólares. Haití es el país de América Latina que más ayuda externa per cápita ha recibido, ayuda que ha servido para apuntalar el estatismo, contra el cual el pueblo ha reaccionado con violencia.
 
Por el contrario, Suiza, sin costas marítimas y 7,5 millones de habitantes, tiene un PIB de 280 mil millones de dólares y un ingreso per cápita de 37.000 dólares anuales. Bolivia, por su parte, con 8,5 millones de habitantes tiene un PIB total de 8.000 millones de dólares, que per cápita no llega a 1.000 dólares anuales. Pero tiene un territorio mucho más grande que el de Suiza y un rico subsuelo. Sus reservas de gas natural, unos 52 billones de pies cúbicos, están apenas detrás de Venezuela.
 
Si Bolivia quiere salida al mar, que la tenga. Pero los políticos bolivianos deberían dejar de mentir, para esconder sus propias culpas, diciendo que uno de los peores males del país es su mediterraneidad. El principal problema de Bolivia, la razón por la cual no tiene la riqueza de Suiza, es que sus políticos mantienen un Estado enorme que asfixia a los ciudadanos. Tampoco son aceptables los argumentos racistas o clasistas, aquello de que el país es pobre porque su nivel sociocultural es más bajo que el de Suiza. Los cubanos en Miami son la misma gente que los de Cuba y, sin embargo, la gran diferencia en nivel económico demuestra claramente que la prosperidad de los pueblos depende de su nivel de libertad.
 
 
© AIPE
 
Alejandro A. Tagliavnini, miembro del Departamento de Política Económica de ESEADE (Escuela Superior de Economía y Administración de Empresas).

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