Mientras en Occidente se preguntan estos días quién es Anatoli Kolotilin, para los rusos no existen enigmas. La prensa moscovita indica que Kolotilin, de 68 años, antiguo viceministro soviético de la industria de Gas y ex consejero comercial de la Embajada rusa en Irak, no es el verdadero comprador del club de fútbol italiano AS Roma. Tampoco es el dueño de "Nafta-Moskva", una gran empresa que se mueve en el mercado de petróleo y de inversiones financieras.
Este ex alto funcionario bolchevique es un hombre de paja de un tal Suleiman Kerimov, propietario de "Nafta" y uno de los hombres más ricos de Rusia. Kerimov ha sido diputado de la Duma, Cámara Baja del Parlamento ruso, por el partido ultra-nacionalista de Vladimir Yirinovski, pero tampoco es el comprador de la Roma ya que, al parecer, nunca ha manifestado interés por el fútbol.
Según la mayoría de expertos rusos, Kerimov podría estar actuando en Italia en nombre de su íntimo amigo, el simpático "Roma" o Roman Arkadievich Abramovich, el joven propietario ruso-judío del Chelsea británico, uno de los "oligarcas" más famosos y gobernador del Oriente Lejano ruso. Tras la encarcelación de Mijail Jodorkovski, "Roma" está considerado el hombre más rico del país.
El truco se explica por las normas internacionales, que prohíben la participación en los torneos europeos de los clubes que son propiedad de un solo dueño. Así pues, "Roma" no puede comprar personalmente la Roma. Además, conviene recordar que entre los empleados de "Nafta" que se desplazaron a Italia para hablar de la compra del club figura el empresario israelí Pini Zahavi, otro amigo de Abramovich, que también medió en la compra de Chelsea.
Según otra versión, el verdadero comprador del club italiano podría ser el llamado "rey del aluminio", Oleg Deripaska, amigo de Kerimov y de Abramovich, deseoso de huir de Rusia debido a sus malas relaciones con el Kremlin. Se dice que ya le están preparando un calabozo en "Matroskaya Tishina", la famosa cárcel moscovita donde se encuentra actualmente Jodorkovski. No obstante, la versión más creíble es la de que Abramovich, a través de hombres de paja, es el nuevo propietario de la Roma.