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Encarna Jiménez

Olga y los candidatos

El desembarco de Olga Viza en Telecinco, después de la rescisión del contrato con Antena 3, tuvo un aliciente especial al incluir entre sus reportajes sendas entrevistas con Mariano Rajoy y José Luís Rodríguez Zapatero. Fue un “cara a cara” virtual en el que había más similitudes que diferencias, pues al fin y al cabo lo que manda es el formato. Ambos se pasearon por un parque de las afueras de Madrid con sus esposas, que son atractivas y discretas. Los dos se tuvieron que refugiar en un bar dada la inclemencia del tiempo y se manifestaron amables y hasta tiernos.
 
Los informativos de Telecinco, que repitieron durante el domingo las frases de más impacto del cuestionario común señalaron dos diferencias claras. A la pregunta de Olga Viza sobre si tenían un euro qué periódico comprarían Zapatero respondió que “El País” y Mariano Rajoy “Marca”. El leonés parece que tiene clara la afiliación y Rajoy se escabulle. Seguramente, esta evasiva será criticada. Si el candidato popular no se mojó con el periódico, tampoco lo hizo con la radio. Zapatero, dice que cuando se despierta pone la radio –la SER– Rajoy dice que cuando se despierta, se levanta.
 
Al gallego quizá le sobra ironía y le falta teatro, aunque quizá eso lo perciba la audiencia y acabe por votar no al que mejor sigue el guión de lo que se supone que tiene que representar un político, sino al que da más confianza por lo que tiene detrás. Más acertado estuvo Rajoy cuando ante la pregunta sobre qué haría si se encontrara al etarra Antxon en la calle respondió que llamaría a la policía, mientras que el socialista dijo que no le miraría a la cara. Eso sí acerca al electorado y marca una diferencia de carácter y actitud.
 
En ambos se mostró el lado tranquilo de dos candidatos que están embarcados en una campaña agotadora y en la que las reglas del marketing funcionan mejor en Zapatero que en Rajoy. El gallego no es precisamente un hombre que arrebate las masas aunque su talante dé confianza.
 
Una de las preguntas que quizá puede ser explotada fue la referente a dónde nacieron sus hijos. Las de Zapatero en un hospital público de León, y el de Rajoy en una clínica privada de Barcelona.
 
Aparte de estos detalles, las entrevistas no dejaron de ser bastante tópicas. Recuerdos familiares, accidentes de tráfico y multas por exceso de velocidad o mal aparcamiento. Vida rutinaria dentro del vértigo de la responsabilidad política. Lo que Olga Viza vendió en su debut, más que un “cara a cara” fue un “chic to chic” amable en el que el papel de galán lo representó Zapatero, mientras que Rajoy, que tiene voz menos melodiosa que el leonés y no es el arquetipo de líder que da bien en televisión, se presentó como el señor juicioso que, sin embargo, parece que trata con cierta distancia a los medios de comunicación, o al menos eso dice.
 
Este tipo de entrevistas “humanas” se visten de sinceridad, pero resultan tan teatrales como los mítines organizados al milímetro.
 

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