Da miedo pensar en la incoherencia del programa económico del PSOE. Al final, nos hemos quedado sin saber qué propone para el IRPF, si un tipo único, o varios, y de qué cuantía, qué exenciones mantendría y cuáles no, en particular las que existen para compra de vivienda y constitución de planes de pensiones. Tampoco sabemos qué proponen para el impuesto de sociedades, aunque pedir simplificación y reducción del tipo es positivo. No sabemos qué postura tienen en relación con las transferencias fiscales entre autonomías pues, por una parte, apoyan la propuesta del tripartito catalán de reducir sus supuestas transferencias al resto de las autonomías españolas y por otro dicen que mantendrán lo que las autonomías menos prósperas están recibiendo. Tampoco sabemos si finalmente apoyan el equilibrio presupuestario o permitirán un déficit, ni de qué cuantía. Del resto de los temas económicos no hablan, sólo confirman que gastarán más en todo, en becas, en educación, en pensiones. No sabemos qué opinan del mercado de trabajo, aunque dice Sebastián que no se pronuncian porque no hay demanda social de cambios.
Y eso que dicen que el programa económico es lo más elaborado y sensato del programa electoral. Y todavía faltan las aportaciones de Izquierda Unida, el PNV, Esquerra, el BNG y Convergencia, entre otros. Que Dios nos pille confesados si tienen que gobernar. Les aseguro que se terminarán los problemas de precios elevados de las viviendas y la ocupación de los poco productivos, que acabarían en muy poco tiempo en el INEM.