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Carlos Semprún Maura

El miedo cunde

Desde el jueves 11 recibo llamadas telefónicas, manifestándome simpatía y estupefacción, como español, por los atentados, y para saber si tenía algún conocido o familiar entre las víctimas. Desde que la pista islámica iba confirmándose –la prensa gala, las cosas como son, la dió por segura antes que yo–, la conclusión de estas llamadas era siempre la misma: si esos son los culpables, lo mismo puede ocurrir aquí. Algunos, lo expresaban así: lo peor es que también puede pasar aquí. Bien sé que no es sólo en Francia en donde para mucha gente lo que ocurre en su calle, o en su ciudad es infinitamente más importante que lo que ocurre a mil o diez mil kilómetros. Pero aquello me ponía de mal humor y respondía: no es que pueda ocurrir, es que va a ocurrir.
 
Resulta que lo mismo piensa, o teme, el gobierno francés, que ha aumentado las medidas de seguridad en los transportes, estaciones de ferrocarril, aeropuertos, etcétera, y hasta toman bastante en serio un extraño comunicado de amenazas, firmado por un aún más extraño “comando chechenio Mosvar Barayev”, nombre de un conocido terrorista chechenio, y que amenaza con cometer atentados en Francia, porque al prohibir el velo islámico en las escuelas, han insultado al Islam. Junto a las repetidas amenazas del grupo, gangsteril éste, AZF, cuyo chantaje continúa y crece, cada vez exigen más millones, al contrario de lo que ha ocurrido en España, en donde la izquierda piensa que su cobardía ante los terroristas, les va a garantizar la paz eterna, en Francia, como en otros países europeos, empieza a notarse un cambio, desde el horror de Atocha.
 
Zapatero corre el riesgo, por ahora sólo un riesgo, de que cuando se presente ante Chirac y Schröder, triunfante, y declare: “¡Ya está! Hemos vencido a los fascistas del PP, vamos a retirar a nuestros soldados de Irak, somos más antiyanquis que nadie, firmaremos lo que nos digan sobre la Constitución europea, vamos a ...¡lo que ustedes quieran, vaya!, se vea responder: “Muy bien, muy bonito, pero el terrorismo está en casa ha cometido una masacre en Madrid, mañana puede ser en París, o en Londres, o en Roma, estamos en guerra, y en esta situación no podemos enfrentarnos con los USA”. Esto, desde luego, se merece análisis más detallados, que espero tener ocasión de hacer, me limitaré, por ahora, a señalar que si el miedo provocado por los atentados ha dado la victoria al “pacifista muniqués”, Zapatero, en Francia, como en otros países europeos, ha ocurrido exactamente lo contrario: se han dado cuenta ¡al fin! Que el terrorismo estaba cada vez más firmemente instalado en la casa (¿común?) europea, y que había que luchar contra él, y no rajarse como los electores españoles.
 
Por lo visto también va a haber elecciones en Francia, cantonales y regionales, los domingos 21 y 28. Ustedes me dirán ¿qué interés pueden tener en la trágica situación actual? Pero informaré y analizaré puntualmente sus resultados, por insulsos que sean. La vie continue.

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