Menú
Rubén Loza Aguerrebere

Stirling, candidato presidencial en Uruguay

El martes 16, Guillermo Stirling subió la escalinata del Edificio Libertad como Ministro del Interior de dos presidentes (Sanguinetti y el actual Jorge Batlle) con la renuncia en el bolsillo; tras el acuerdo semanal con el primer mandatario, abandonó la sede del gobierno uruguayo, convertido en el candidato a la presidencia de la República del gobernante Partido Colorado.
 
De profesión Escribano Público o Notario, tres veces diputado nacional, fue el Ministro con mayor porcentaje de aceptación de los dos últimos gobiernos. Es un hombre que sabe mandar y que tiene –como diría Chesterton— “la cortesía de una consistente jovialidad”. Su labor sin pausas, altamente valorada, ha dado lugar a su elección como candidato de consenso entre las dos tendencias en las cuales históricamente se ha dividido el Partido Colorado (la lista 15, que lidera el actual presidente de la República, y el llamado “Foro Batllista”, cuyo conductor es el dos veces presidente Julio María Sanguinetti). En Uruguay hay reelección salteándose un período. Ambas corrientes del Partido Colorado han preferido, con miras a las elecciones internas a realizarse en junio venidero, ir a esa primera etapa y camino de las elecciones nacionales en octubre, con un candidato único.
 
Su presencia ha cambiado el mapa del electorado uruguayo que (salvo muy pocos) no pensaban que sería uno de los candidatos presidenciales. El otro partido tradicional, el liberal Partido Blanco, tendrá una interna abierta, en la que pujarán el ex presidente uruguayo Luis Alberto Lacalle, el senador Jorge Larrañaga y el ex canciller (y arquitecto del Mercosur) Sergio Abreu. La izquierda se ha unido en una coalición llamada Frente Amplio y allí cohabitan socialistas-marxistas, comunistas y ex guerrilleros tupamaros; tendrán una interna con candidato escogido de antemano, Tabaré Vázquez, quien sueña con una tríada izquierdista mercosuriana junto a Lula y Kirchner.
 
En sus primeras manifestaciones como candidato presidencial del partido Colorado (que ha gobernado Uruguay por casi noventa años años), Stirling realizó un llamado al diálogo nacional para procurar acuerdos sobre los “temas sustanciales de los ciudadanos y evitar las confrontaciones”. “Los uruguayos”, aseveró, “están cansado de ellas”. Señaló su convencimiento de que la unidad y el diálogo serán los factores que permitirán al país continuar con el crecimiento que muestra desde finales del 2003 (tras resisitir con sólo la inteligencia el colpaso argentino que estremeció a Uruguay), con propuestas concretas a los problemas de la gente y sin dejar de pagar la deuda externa.
 
El ex Ministro del Interior conoce de primera mano los datos prácticos del Uruguay entero, y los uruguayos de bien saben que es, y seguramente es su mejor carta, un hombre en quien definitvamente se puede confiar. Stirling irradia una fuerza tranquila.

En Internacional

    0
    comentarios