Menú
José Carlos Rodríguez

Panorama postelectoral desde los EEUU

España ha sido sacudida por un atentado terrorista sin precedentes, tanto en la magnitud de los mismos como en la autoría, según indican, sin confirmar, las informaciones que vamos conociendo. Los españoles están estremecidos, afligidos por la tragedia a que han dado lugar los terroristas. A ello hay que añadir que los atentados se produjeron tres días antes de las elecciones generales, y que, a todas luces, han influido decisivamente en la decisión de votar de gran parte de los españoles, así como en el sentido del voto. Las encuestas ofrecían datos que diferían sobre si el Partido Popular conseguiría o no revalidar la mayoría absoluta, o la distancia que lo separaría del mismo, o el número de diputados de ventaja sobre el Partido Socialista. El resultado final, como sabemos, ha sido muy diferente, y la diferencia se la ha sacado el PSOE al PP. En consecuencia, José Luis Rodríguez Zapatero será el nuevo presidente del Gobierno.
 
Estos hechos han tenido una enorme repercusión mundial. La CNN, Fox News, NBC, CBS, todas las televisiones estadounidenses han seguido con gran interés el desarrollo de los acontecimientos, y han prestado una inusitada atención a las elecciones, al igual que los principales diarios. Y el análisis más coincidente se podría resumir en que el atentado ha cambiado el sentido del voto en España. A partir de ahí la prensa estadounidense se ha esforzado por adelantar las consecuencias que este hecho puede traer.
 
La tesis más generalizada es la de el éxito de Al-Qaeda. Así, TheWashington Post reconoce que la decisión de Zapatero de hacer volver a las tropas españolas lanza a los terroristas un mensaje de retirada tras el golpe que no es positivo, y que podría contagiar a otros socios europeos de los Estados Unidos. El Wall Street Journal, en un excelente editorial titulado Terror y Democracia afirma que terroristas concluirán que, “con una inversión de sólo una docena de mochilas-bomba, son capaces de conseguir el máximo impacto”. Temor que se repite en los medios de comunicación estadounidenses, escritos y audiovisuales. Por ejemplo John Prodhoretz, del New York Post, afirma en un artículo titulado “la esperanza de Osama” que el 30 de octubre (tras días antes de las elecciones estadounidenses) “se ha convertido en una fecha que temer”. Brit Hume, de Fox News, ha mostrado su preocupación por la situación en la que se quedan otras democracias tras el resultado del 14M, preocupación generalizada y de la que también se hace eco The Washington Times. Varios medios se hacen eco de la convicción de oficiales del Pentágono de que España ha cedido ante el terrorismo.
 
Los Ángeles Times, sin embargo, no hace referencia a cómo pueda entender Al-Qaeda este viraje, y llama a Bush a un acercamiento a las posiciones europeas. Por su parte, The New York Times afirma en la primera frase de su editorial sobre las elecciones que “los bombardeos en Madrid fueron sin duda el principal factor que ha dado al traste con el Partido Popular en el Gobierno, que apoyó la invasión americana de Irak. Los victoriosos socialistas, como la mayoría de los españoles, no lo hacía. Si Al-Qaeda organizó los bombardeos, como ahora parece ser el caso, el resultado puede ser considerado por algunos como una victoria para los terroristas. No lo es para nosotros”. Y añade que la guerra contra el terrorismo continuará “quizás más fuerte que nunca”, análisis opuesto al que ha realizado Bloomberg. El Miami Herald destaca que los aliados de Estados Unidos encaran un creciente sentimiento contrario a la guerra de Irak.
 
Pero la opnión mayoritaria opta por destacar la debilidad de España ante el atentado terrorista. George Bush reaccionó ante el cambio político en España con la misma premura con la que honró nuestras víctimas, que nos las de todos, como él sabe. Sabe que el terrorismo internacional mira a todo Occidente como un enemigo, y que se debe actuar contra él desde la unidad, a la que ha llamado a sus aliados. En cualquier caso, Bush ya ha dicho a los terroristas que ellos “nunca conmoverán la decisión de los Estados Unidos”; es decir, no son como España. Dado que Rodríguez Zapatero ha ligado la presencia de las tropas españolas a una decisión de la ONU, la Casa Blanca ya ha iniciado un intento de que dicha institución solicite al nuevo gobierno español que no lleve a cabo la retirada. El mismo John Kerry, nuevo líder demócrata, ha criticado la decisión de Rodríguez Zapatero, uno de los pocos líderes occidentales que se había mostrado claramente a su favor. Y es que a excepción del iconoclasta Howard Dean, a quien no le importa expresar las opiniones más polémicas, el partido demócrata ha actuado con cautela y han renunciado a utilizar los atentados contra la política de George W. Bush. Éste tiene motivos para la preocupación, ya que el nuevo presidente español, si bien ha declarado que continuará la lucha contra el terrorismo, no la ha incluido entre sus ejes de política exterior, que se agotan en Europa, Latinoamérica y el Mediterráneo. Ni una referencia al atlantismo ni a la lucha contra el terrorismo internacional. En la Casa Blanca han tomado nota.

En España

    0
    comentarios