El presidente de Uruguay, el liberal Jorge Batlle, ha destacado que la crisis sufrida por este país (terrible coletazo de dragón, como en el poema de Yeats, de la crisis Argentina) ha servido para que se comprenda que: “para crecer hay que incorporarse al mundo”. En declaraciones realizadas al periodista Javier Pastoriza del periódico “El País” de Montevideo, con un temario abierto, importa señalar algunas consideraciones del primer mandatario a propósito de la reactivación del país y los buenos indicadores actuales, los que provienen, dijo, tanto de mejoras externas tanto como singularmente de la política interna.
Jorge Batlle señaló (en la citada página) respecto de las mejoras externas que que las mismas “tienen que ver con las decisiones tomadas a propósito de la cuestión central que vivió el país. Cuando se ha dicho, con profundo error a mi juicio, que esta recuperación es simplemente una cosa fruto de la casualidad, se ignora que promediando el año pasado se pudo hacer un voluntario de la deuda. Si no se hubiera hecho estaríamos prácticamente en default”.
Hablando sobre el canje voluntario de la deuda, estimó que fue “una medida brillante y excelente”, y comentó que “sin ella no hubiéramos tenido ninguna clase de recuperación económica”. Respecto de las exportaciones de Uruguay señaló en primer lugar la de la carne: “el mercado exportador”, dijo “deriva de que hicimos una política sanitaria adecuada, para tener acceso a Canadá y estrados Unidos y también muy pronto a México”. Y abundó en detalles: “eso es lo que ha determinado que la carne que la carne que exporta Uruguay suba de precio, que el Nafta represente el 62% de lo que se vende y de que la carne ronde este año los 600 millones de exportación, sin considerar los cueros”.
Estimó que todo ello es el resultado de diversos ajustes realizados el año pasado (“muy poco populares, pero imprescindibles”) para llegar a la positiva situación de hoy. “Hemos hecho las cosas adecuadamente”, afirmó. “La crisis ha ayudado a que Uruguay entienda que para poder crecer hay que incorporarse al mundo”. Esta ha sido, ciertamente, su prédica desde que asumió, posición que le ha valido no pocos desencuentros con sus vecinos más cercanos, Kirchner y Lula da Silva.
En junio venidero se relizarán las elecciones internas en los partidos políticos de Uruguay y, en octubre, las elecciones presidenciales. Se estima que la franca recuperación del país pueda incidir favorablemnte en los dos partidos tradiconales y de tendencias liberales, enfrentados a la coalización de izquierdas, estatista y populista.