Desconozco si habrá elecciones a la presidencia del Real Madrid (los precandidatos tendrán que reunir las firmas necesarias de socios para pasar a ser oficialmente candidatos), pero al menos, sí se producirá un debate, y eso nunca puede ser malo en un club centenario y que maneja el presupuesto millonario del Madrid.
Sin embargo, no parece demasiado práctico el momento escogido para llevarse a cabo dicho "debate electoral", y menos, tras la nefasta temporada realizada por el equipo. Lo más lógico habría sido plantear las elecciones allá por el mes de enero y no en julio, cuando ya tendría que saberse el nombre del nuevo entrenador y también los nuevos fichajes. Parece lógico pensar que Florentino creyera a comienzos de 2004 que no tendría oponentes, pero el caso es que ya ha saltado oficialmente el primero a la arena -Carlos González- y el ex presidente Lorenzo Sanz, aunque "durmiente" aún, empieza también a desperezarse lentamente, y no sólo en sus declaraciones a los medios de comunicación (parece que en Barcelona están con la mosca detrás de la oreja por si pudiera "tocar" a Ronaldinho).
Me gustaría creer que si Lorenzo Sanz presenta finalmente su candidatura a la presidencia del Real Madrid será porque piensa que puede ayudar al club o porque cree que Florentino Pérez ha hecho las cosas mal, y no sólo por una cuestión personal. Lo cierto es que Florentino prometió durante mucho tiempo una auditoría de gestión que, a fecha de hoy, brilla por su ausencia. Aquello dejó en mal lugar a Lorenzo, quien, cuatro años después de perder inesperadamente las elecciones (venía de ganar la octava Copa de Europa), aún no le perdona a su sucesor que jugara veladamente con la baza de su honradez personal.
Si Lorenzo se presenta, Carlos González, disperso y espeso al hablar del odio al Real Madrid o de los galácticos y los terrenales en su acto de presentación ante los medios de comunicación, acabará por apoyar al ex presidente.
Lorenzo Sanz aún no entiende por qué perdió las elecciones del año 2000, y sinceramente yo tampoco. Pero el caso es que, obviando la desastrosa racha del equipo durante este último mes y medio, la gestión de Florentino ofrece pocos flancos débiles a su oponente. Lorenzo se mueve como pez en el agua en los asuntos urbanísticos y quizás convierta la construcción de la nueva ciudad deportiva en la piedra angular de su ataque hacia Florentino. Pero Pérez es presidente de ACS (mañana informará a su empresa que se presenta nuevamente a las elecciones) y me resisto a creer que no lo tenga todo atado y bien atado. Será divertido y por lo menos nos animará un poco el caluroso mes de julio. Sólo falta Juanito Navarro, pero ya aparecerá, ya...