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El antiamericanismo rampante

Zapatero y su equipo quieren hacernos creer que lo suyo no es antiamericanismo, sino una actitud anti-Bush, pero es falso. Cada paso que dan demuestra justamente lo contrario. Tomemos, por ejemplo, las últimas declaraciones al respecto de la primera mujer vicepresidenta del Gobierno, Fernández de la Vega, secundada desde su segundo plano por Miguel Angel Moratinos, ministro de Exteriores. Ambos han coincidido, como no podía ser de otra manera, en denunciar al secretario de Defensa norteamericano, Donald Rumsfeld, por sus supuestas declaraciones sobre posibles atentados terroristas en España en los próximos meses. Su odio instintivo a la actual administración americana les ha llevado a ambos a criticar tales declaraciones como “puñalada trapera” a los intereses (turísticos) españoles. Ambos han querido ver la mano negra de la venganza de Washington por nuestra salida de Irak. Lo que no han querido ni sabido ver es que Rumsfeld nunca pronunció esas palabras. Pero claro, eso no les vale a personas que sólo pueden imaginar lo más perverso en Norteamérica.
 
Esto, un párrafo al final de otras siete páginas de transcripción, es lo que realmente dijo Donald Rumsfeld comentando la elevación del nivel de alerta en Estados Unidos: “El nivel de alerta sugiere un interés de parte de los terroristas en atacar a los Estados Unidos, en atacar a la mayoría de los países occidentales. Lo hemos visto, como digo, en España y otros muchos lugares. Lo vimos en Indonesia, en Bali. Hemos visto intentos de atentados en cinco, diez o quince países más. Creo que debemos asumir que la intencionalidad está ahí. No hay duda de que ellos van a seguir intentado ponerlo difícil en Afganistán y en Irak, el campo de batalla de la lucha global contra el terror. No quisiera predecir un ataque contra los Estados Unidos, pero creo que cualquiera que diga que estamos inmunes a tal posibilidad no entiende el nivel de amenaza.”
 
¿Cómo es posible que toda una vicepresidente y un ministro de asuntos Exteriores condenen públicamente unas palabras que nunca se dijeron sólo porque eran fácilmente atribuibles a quien consideran el diablo en persona? Por dos posibles razones complementarias. La primera, porque las consideraban creíbles, ya que sólo esperan de los Estados Unidos una política vengativa (cuando lo que en realidad están encontrando, sencillamente, es su indiferencia); y porque también consideraban creíble la amenaza, pero no se atreven a admitirlo. Es como si dijeran “muerto (políticamente) Aznar es imposible que nos ataquen. Que Rumsfeld venga a decirles (que no lo dijo) que no es así es doblemente doloroso para ellos.
 
¿Pero qué agencia de noticias leen estos nuevos responsables políticos? ¿No cuentan con gabinetes que les disciernan lo falso de lo verdadero, el rumor de la verdad? Alguien debería pedirles cuentas de sus palabras y denuncias. No sólo no se atienen a la realidad sino que demuestran un profundo sentimiento antiamericano que cuadra mal con su retórica de que la relación España-Estados Unidos va bien. Por no referirse a las cuestiones de fondo, como que el actual gobierno socialista ha dejado a España en una situación en la que una simple frase de Donald Rumsfeld es potencialmente generadora de terribles males para nuestra economía.
 
GEES: Grupo de Estudios Estratégicos

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