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Aquí, Lisboa. Primer día de concentración de la selección en Portugal, y compruebo que desde España vuelve a reabrirse el viejo debate sobre la presencia de Juan Carlos Valerón en el equipo titular. Esto empieza a recordarme peligrosamente a la "tarara". ¡Pero si incluso hay quien realiza encuestas y pregunta a los lectores si el grancanario debería jugar contra Rusia! ¡Qué sabrá la gente lo que tiene que hacer Iñaki Sáez!... Yo creo que el debate de "Valerón, sí, Valerón, no" está alimentado ficticiamente por aquellos que en realidad lo que no quieren es ver a Raúl González Blanco ni en pintura de Goya, y ahí si que, quien esto suscribe, no piensa transigir, ni sacar bandera blanca. La mía con Raúl, en cualquier caso, será una bandera "pirata", una de aquellas de carabela y tibias cruzadas que bien podría haber exhibido John Silver "El Largo". Creí, ingenuo de mí, que estaba solo, pero no: anoche, en "El Tirachinas" de la Cadena COPE, no me quedé en absoluto solo a la hora de defender el innegable liderazgo de Raúl sobre el terreno de juego.

Quienes vapulean al siete madridista lo hacen en esta ocasión con el viento a favor de una temporada nefasta del club que capitanea, el Real Madrid. No seré yo quien niegue la evidencia porque eso sería de auténticos idiotas, pero me parece un poco ventajista dirigir los cánones exclusivamente hacia Raúl... Quienes así lo hacen aducen que nunca ganó nada España con él como estandarte, pero lo que no se atreven a decir es que España, salvo contadísimas y lejanas ocasiones, en realidad nunca ganó absolutamente nada. Ni con Raúl, ni tampoco sin él. Este domingo sostuve en "El Tirachinas" algo difícilmente argumentable desde la lógica más pura: Raúl, y por ende España, harán un gran papel en la Eurocopa, precisamente por el desastroso estado de forma que ha sufrido durante toda la temporada el delantero merengue. Es sólo una intuición que igual me tengo que tragar el próximo 20 de junio.

Alguien dijo también anoche que Raúl era un "crack mediático". Sinceramente, no lo creo. Raúl es sólo un "crack"; mediáticos son Zidane o Beckham, y ése es el aspecto que le pasará eternamente factura al mejor futbolista español de todos los tiempos. A mí, que soy un reconocido "Raulista", tampoco me parece que este jugador sea especialmente simpático o agradable con los medios de comunicación, pero no seré yo quien le pase factura por sus desplantes. Habremos empezado a perder un poco la Eurocopa si cometemos la desfachatez de exponer al debate falsario la titularidad de uno de los pocos jugadores con carácter indomable que ha dado nuestro fútbol en los últimos tiempos. Por eso yo no debato. Y por eso es la mía una bandera pirata. Sólo tendremos que esperar unos días para saber si tenía razón o estaba equivocado.

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