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Ignacio Villa

La helada sonrisa de ZP

La aparición de Rodríguez Zapatero en la noche electoral de las europeas nos ha dejado la imagen de un líder político contrariado y disgustado por los resultados obtenidos por su partido. Y no es para menos. No es fácil explicar a la opinión pública –a pesar de los apoyos mediáticos– que en algo más de cincuenta días de Gobierno el PSOE ha sido capaz de quemar tres puntos de los cinco de ventaja que obtuvo en las generales de marzo. El Ejecutivo de Zapatero, les guste o no, ha recibido un fuerte correctivo con los resultados de las europeas. Y es que no podemos olvidar que Zapatero no lleva ni dos meses al frente del Ejecutivo, y que durante este tiempo toda su gestión se ha dedicado a la propaganda política y electoral pensando en estos comicios. Es más, los resultados del 13-J son la confirmación de que el discurso de la guerra de Irak para los socialistas ha terminado. Ahora tendrán que empezar a gobernar conscientes de su verdadero apoyo y sabedores que en el poder las diferencias se pueden dilapidar de mala manera. A Zapatero se le ha helado la sonrisa y ahora veremos cuánto tarda en helarse también el talante.
 
Por su parte el Partido Popular saca de estas elecciones dos ideas. Por un lado Mariano Rajoy se configura como el líder del partido. El actual secretario general no debe tener ningún problema para que en el Congreso del PP del próximo otoño se convierta en el presidente de los populares. Mariano Rajoy, cuyos primeros pasos como líder de la oposición han sido correctos e interesantes, ve reforzado ahora su liderazgo con estos resultados. Un liderazgo que ahora deberán apoyar sin fisuras todos los dirigentes del PP. La segunda conclusión que tiene que sacar ahora el Partido Popular es que las heridas del 14 de marzo están cerradas y que es momento para trabajar con fuerza, constancia y empuje desde la oposición. El Gobierno de PSOE ya ha dejado ver sus puntos débiles, ahora los populares no tienen tiempo que perder.
 
Y como punto final de este análisis electoral, Jaime Mayor Oreja merece un apartado especial. Mayor Oreja ha sido en primera persona el gran artífice este estos resultados electorales. Ha sido uno de los cauces más eficaces para devolver la ilusión a los militantes del PP y ha sabido tocar las teclas adecuadas para que eso fuera así. No se ha configurado como un simple número uno de las Europeas. Ha trabajado en la campaña con intensidad y con eficacia. Y el PP tiene la obligación de seguir contando con él en la primera línea de las decisiones. Mayor Oreja ha demostrado en estas elecciones que el PP necesita de su personalidad y de su manera de hacer política. Desde Bruselas o desde Madrid sigue siendo un referente obligado del PP.
 
En definitiva estas elecciones europeas, que han tenido un alto índice de abstención, han clarificado más de lo que parecía el mapa político español. Y desde luego Zapatero, que alardea de escuchar a los ciudadanos, deberá tomar buena nota de lo ocurrido. Por la cuenta que le trae. Demasiada caída para el PSOE en tan poco tiempo. Esa es la realidad aunque quieran diseñar otro titular. El Gobierno sale del 13-J con un considerable tirón de orejas.

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