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Juan Manuel Rodríguez

Con Doña Rogelia no habría sido peor

Iñaki Sáez niega ahora que dijera lo que realmente dijo. A mi pregunta de si pensaba continuar en el banquillo de la selección después del batacazo de la Eurocopa, respondió en "El Tirachinas" de la Cadena COPE que él no seguiría si en la Federación hubiera gente que se mostrara disconforme con su trabajo; pero ése no es el quid de la cuestión. Por mucho que él no quiera aceptarlo así, cuando le ofrecieron continuar hasta el Mundial de Alemania y él aceptó, afirmó a continuación que todo quedaba pendiente del balance que se hiciera después de la Eurocopa. Es lógico que, puesto que el balance no puede ser mas triste para nuestros intereses deportivos, todos dedujéramos que Sáez anunciaría inmediatamente su dimisión. Y aún es posible que así suceda, pues el martes hay prevista una rueda de prensa. Cuando, nada más finalizar el partido contra los portugueses, le planteé así de franco el asunto, el me respondió en plan socarrón: "Pues siento decepcionaros, pero voy a seguir"...
 
No me decepcionaría que Iñaki Sáez continuara como seleccionador nacional; realmente me resultaría indiferente que continuara él, repescaran a Clemente, colocaran a Irureta o, en un golpe de genialidad absoluta, pusieran en el banquillo a Mari Carmen y sus muñecos. Lo verdaderamente decepcionante a nivel futbolístico -que es el único que nos interesa- es que España no supo siquiera ganarse su clasificación para cuartos de final en un grupo diseñado por la UEFA para que así fuera. El balance son dos goles de nuestra selección a lo largo de doscientos setenta minutos de juego. Yo creo que Doña Rogelia no lo haría peor. Si Iñaki Sáez tiene que irse no es por España, sino por él mismo.

Una frase del seleccionador definiría lo sucedido contra Portugal: "ellos marcaron y entonces tuvimos que ir a por el partido". Eso quiere decir que España salió a buscar el empate y acabó perdiendo y quedando eliminada. Los rusos no pudieron hacer más por nosotros de lo que hicieron venciendo a Grecia, pero España sólo fue a por el partido cuando marcó Nuno Gomes; hasta entonces, nada de nada. El planteamiento fue tan cobarde, tan ramplón y acomplejado que los anfitriones se fueron envalentonando poco a poco, creciendo ante sus aficionados y reduciendo a la mínima expresión el juego de nuestro equipo.
 
Hasta el 20 de junio, Iñaki Sáez era -a nivel de selecciones- un hombre de éxito, pero el 21 de junio ya no es así. No estoy de acuerdo con aquellos que dicen que nos fuimos de la Eurocopa como siempre, no; de Portugal nos hemos ido peor que nunca y sin conseguir siquiera la clasificación para nuestros tradicionales cuartos de final. Por eso digo que si, en vez de Sáez, pusieran a la famosa viejecica de Orejilla del Sordete, no habríamos quedado mucho peor de lo que lo hemos hecho. Por lo menos nos reiríamos con Rockefeller cuando dijera aquello de "¡Toma Moreno!"... Pues toma.

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