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Pablo Molina

El dóberman americano

No lo van a creer, pero la Cadena Ser ha ofrecido una información inexacta en contra de George Bush. “Un vídeo de la campaña de Bush compara a John Kerry con Hitler”, titula la cadena del Grupo Prisa la supuesta noticia. La realidad, en cambio, es que la candidatura de Bush ha utilizado para un anuncio de campaña, imágenes extraídas de diversos vídeos realizados por partidarios entusiastas de John Kerry, en los que, ellos sí, comparaban a Bush con Hitler. En otras palabras, no hay terrorista suicida. Ni siquiera de los que suelen llevar puestas cuatro mudas de calzoncillos.
 
El anuncio comercial lanzado por la oficina electoral de Bush, recoge algunos fragmentos de los vídeos realizados por los Michael Moores en ciernes para el website MoveOn.org —cuyo responsable, Zack Exley, ha pasado a formar parte del equipo electoral de Kerry como director de operaciones en internet. El material es impagable para valorar adecuadamente el carácter esencialmente tolerante del progresismo.
 
En uno de los vídeos realizados por los partidarios de Kerry aparece una imagen de Hitler con las palabras “Lo que eran crímenes de guerra en 1945”; a continuación la cara de Hitler se metamorfosea en la de Bush mientras aparece la leyenda “Es política exterior en 2003. En otro cortometraje, carne de Oscar también, “aparecen imágenes de Hitler hablando y un audio de un discurso suyo, con estas palabras de Bush en la pantalla “Dios me dijo que atacara a al-Qaeda y la atacaré”. La imagen cambia entonces de Hitler a Bush, con las palabras “Y entonces me ordenó atacar a Sadam, lo cual hice también”.
 
Ya en su día, el Centro Simón Wiesenthal expresó su protesta por esta estrategia progre de comparar a Bush con Hitler:
 
“La política y la carrera para la elección presidencial es una cosa, pero comparar la lucha de la administración Bush contra al-Qaeda y Sadam Husein con las políticas de Adolf Hitler es algo vergonzoso, que no viene al caso en el discurso legítimo de los políticos norteamericanos.”
 
Ni Kerry ni el Partido Demócrata acusaron recibo de estas críticas; mucho menos hicieron nada para condenar esta efusión  de talento y talante progres. Contra Bush todo vale. Es ahora, cuando los republicanos les enfrentan a su propia miseria moral cuando Kerry y sus muchachos descubren que utilizar la imagen de Hitler en una campaña electoral es repugnante.
 
“Siempre hemos dicho que Bush haría en su campaña cualquier cosa para ganar, pero incluso así estamos impresionados de que hayan caído tan bajo. Es absurdo. Es indignante. Y no nos vamos a quedar quietos. Si al Presidente Bush le queda algo de decencia, suprimirá este odioso anuncio de su página web inmediatamente.”
 
Es lo que pasa por contar con asesores poco duchos en las sutilezas electorales. Si Kerry hubiera contado con el consejo de expertos en diálogo y tolerancia como los de nuestro PSOE nada de esto hubiera ocurrido, y en lugar de la imagen de Hitler se habría utilizado otra igual de expresiva pero de significación más difusa. El ataque de un doberman, por ejemplo, que de paso serviría para pedir el voto de los defensores de los derechos de los animales.

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