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EDITORIAL

La honestidad del PP y la manipulación del PSOE

Las tres primeros días de comisión parlamentaria sobre el 11-M no sólo avalan la tesis de que fue el PSOE y sus acólitos medios de comunicación los que mentían al acusar al Gobierno del PP de mentir por señalar a los galgos y no a los podencos como los autores de la masacre, sino también que desde el PRISOE se está dispuesto a seguir manipulando para tapar y desvirtuar ante la ciudadanía dicha conclusión.
 
No hay que extrañarse, pues, que Acebes haya querido este jueves salir a la palestra y sacar pecho ante los medios de comunicación, pues la información que han detallado los mandos policiales ante la comisión confirma que coincide con lo que en sus sucesivas ruedas de prensa fue transmitiendo el ex ministro popular. Si algún reproche se ha dirigido contra el anterior gobierno por parte de los mandos policiales es la excesiva claridad y celeridad con la que iba retransmitiendo la información que le suministraban y que podía poner en peligro el fruto de las investigaciones...
 
Si cainita fue entonces la actitud del PSOE y de sus medios de comunicación ante la información que honradamente estaba trasmitiendo en ese momento el Gobierno, no menos manipuladora es la actitud que siguen mostrando los socialistas ante lo que empieza a quedar en evidencia en la comisión de marras. Si el otro día ya destacábamos que la versión del portero, que adelantaba el descubrimiento de los detonadores y las cintas a la mañana del 11-M, era desmentida tajantemente tanto por el comisario jefe de Alcalá como por el informe del subdirector general de la policía, con posterioridad hemos tenido conocimiento de la llamada que al portero le hizo poco antes de su comparecencia el vicepresidente socialista de la comisión y que fue negada por el compareciente al asegurar que no había mantenido ninguna clase de contactos con ningún político.
 
Más vergonzoso que este perjurio resulta, con todo, la actitud del Gobierno socialista ante la información de El Mundo que aseguraba que el confidente Zourier estaba siendo presionado en la cárcel por agentes de la guardia civil para que no declarara ni ante el juez, ni ante los medios de comunicación ni ante la comisión de investigación. Los socialistas se han negado tanto a la comparecencia del ministro del Interior para que de explicaciones del asunto. Encima, este jueves hemos sabido que los socialistas se niegan no sólo a la comparecencia del propio Zouheir, sino a la de cualquier otro confidente, que estos implicados no están siendo investigados, que se ha cerrado cualquier investigación que pueda conectar a los islamistas con ETA, que el Comisario general de Información es un hombre de confianza del PSOE, que los socialistas se han negado a que conteste si ha acudido últimamente a la sede del PSOE en Gobelas, concretamente el 28 de junio, si ha hablado por teléfono con algún diputado del PSOE o si ha participado en la elaboración del programa electoral de los socialistas...
 
Y si hablamos del PSOE —¿qué decir de la forma en que están actuando los medios de Prisa? Como botón de muestra, valga la forma en que El País  ha informado en su pagina web del asunto del Titadine.
 
Los comparecientes policiales han acreditado que Acebes no mintió al hablar en su primera comparecencia de Titadine sino que se limitaba a dar la información que por error le había suministrado un responsable policial respecto a la clase de dinamita encontrada y que en realidad se trataba de Goma 2, dinamita que en el pasado también había sido utilizado por ETA. En cuanto al ministro se le informó del error al que se le había inducido, este dejó de hablar de Titadine para hablar de dinamita a secas. Pues bien. El País, en lugar de informar este jueves de que las declaraciones de los mandos policiales avalan y justifican la actuación del ex ministro, nos sale con un titular que dice que “Acebes sostuvo que el explosivo era el usual de ETA después de que la policía lo desmintiera”.
 
Ciertamente, la infamia de los autores de la masacre del 11-M no fue la única que influyó en aquel vuelco electoral...

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