Es de agradecer que RealNetworks esté armando tanto follón. La compañía ha lanzado una petición en Internet para que Apple permita que las canciones que se descargan los usuarios de otras plataformas distintas a iTunes (de Apple) sean compatibles con el reproductor musical iPod (de Apple). Lo extraño es que este tipo de casos sigan produciéndose. Los ejemplos de incompatibilidad en las nuevas tecnologías son más habituales de lo que deberían. Sucede, por ejemplo, con la mensajería instantánea. ¿Cómo puede ser posible que un usuario del messenger de AOL no pueda escribirse con uno de Yahoo! y éste con su amigo que utiliza el de MSN? Tiene tan poco sentido como que un abonado de Vodafone no pueda contactar con otro de Movistar, o que los de Amena sólo puedan llamarse entre sí.
Por eso la iniciativa de RealNetworks es positiva, aunque la estrategia que ha utilizado para darla a conocer peque de ciertos errores. La compañía aprovechó el anuncio del recorte en el precio las canciones que comercializa a través de su tienda musical –iniciativa encomiable–, para lanzar la campaña "freedom of music choice". La petición, que puede secundar cualquier internauta, aboga para que a los usuarios no se les obligue indirectamente a comprar música digital a un solo proveedor, como parece pretender Apple. Su actitud, incide, supone un paso en contra de la innovación y ralentiza la adquisición de reproductores musicales.
El error de RealNetworks es que su propuesta se contradice con su propia actuación: una de sus plataformas on line, Rhapsody, es incompatible con los ordenadores MacIntosh, de Apple. Y, sobre todo, es una alternativa peligrosa. Si por algo se caracterizan los usuarios de Apple es por su fanatismo.