"Yo he venido aquí a ser campeón del mundo", les dice Luis Aragonés a los compañeros del diario "Marca". ¡Y eso que sorprendentemente todavía no ha firmado su contrato! ¿O quizás sea por eso mismo que lo dice?... A lo mejor Luis piensa que tiene que estar tres tonos por encima de Ángel María Villar, no vaya a ser que el presidente no le vea lo suficientemente optimista y decida ascender otra vez a Iñaki Sáez, o quién sabe si incluso rescatar a Vicente del Bosque de Turquía, donde parece que las cosas no le están yendo nada bien. Yo creo que a Luis, de quien es bien conocida su retranca, hay que hacerle poco caso cuando dice ese tipo de cosas porque sino te vuelve loco.
Antes de un partido entre el Celta de Vigo y el Atlético de Madrid, un periodista le preguntó si habría una revolución en el equipo titular, a lo que Luis contestó, castizo, lo siguiente: "La única revolución la hizo Fidel Castro en Cuba". Y se quedó tan ancho. De Paco Llorente (apodado "el lechuga" porque era vegetariano), aquel futbolista que surgió del Atlético y que se hizo famoso en un partido contra el Oporto pero vistiendo la camiseta del Real Madrid, dijo esto: "Es muy rápido, pero hay partidos que cuando pisa el balón se le hace de noche". Y de Ronald Koeman, quien fuera durante muchos años uno de los indiscutibles baluartes del famoso "Dream Team" barcelonista, aseguró con socarronería que tenía "menos cintura que la rueda de un tractor". Por todo lo anteriormente expuesto -y sobre todo porque, en otra ocasión, dijo que "en España la mitad de la gente se levanta tratando de engañar a la otra mitad"- no hay que tenérselo en cuenta a Luis. ¿Estará también él tratando ahora de engañarnos a todos nosotros?