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Pablo Molina

Islam y terrorismo

En fin, en cuestiones de multiculturalidad, nuestra izquierda siempre resulta más papista que el Papa. Con perdón

Tras el ataque terrorista a un colegio de Osetia del Norte se han producido multitud de reacciones en los medios de internet, de las que destacamos en nuestro blogoscopio algunos de los ejemplos más sugerentes. 
 
En primer lugar, un análisis de los que levantan sarpullidos en la epidermis multicultural de nuestros progresistas.
 
«Obviamente no todos los musulmanes son terroristas, pero, lamentablemente, la mayoría de los terroristas en el mundo son musulmanes. Los secuestradores de estudiantes en Osetia son musulmanes. Los secuestradores y asesinos de los trabajadores nepalíes son también musulmanes. Los que violaron y asesinaron en Darfour son musulmanes, y sus víctimas musulmanas también. Los que reventaron los complejos residenciales en Riyad y Al-Khobar son musulmanes. Los que secuestraron a los dos periodistas franceses son musulmanes. Las dos mujeres que hicieron explotar los aviones en Rusia la semana pasada eran musulmanas. Bin Laden es musulmán, y el cabecilla de su grupo terrorista en Yemen es musulmán también. La mayoría de los que llevan a cabo operaciones suicidas contra autobuses, escuelas, casas y edificios alrededor del mundo en los últimos diez años son también musulmanes. (...) El Islam ha sufrido una injusticia a manos de los nuevos musulmanes. Estos sólo podrán limpiar su reputación una vez admitan el claro y vergonzoso hecho de que la mayoría de los actos terroristas en el mundo de hoy son llevados a cabo por musulmanes. Hay que pensar que no se puede corregir la condición de los jóvenes que llevan a cabo esas desgraciadas operaciones hasta que se hayan tratado las mentes de los jeques, quienes se han convertido en revolucionarios del púlpito que envían a los niños de otros a luchar, mientras llevan a los suyos a estudiar a escuelas europeas".
 
Continuamos con otra reflexión acerada sobre los orígenes del terrorismo internacional, como gusta denominarlo nuestro ministro de Asuntos Exteriores.
 
«Si los ‘héroes’ de la violencia musulmana y el terrorismo no representan al auténtico Islam, entonces ¿a quién representan? La dolorosa verdad es que los actos de violencia y barbarie que ocurren en el presente, no son sino la consecuencia natural de generaciones de musulmanes que han sido engañados y alimentados con discursos llenos de odio y hostilidad hacia los demás, en el transcurso de décadas de profundo atraso e ignorancia en el mundo islámico».
 
Y finalizamos con un postre nada recomendable para los estudiosos de las causas que justifican la violencia internacional (sic).
 
«¿Qué clase de causa nacional es ésta, que utiliza a los niños como combustible para prender una guerra total de destrucción en nombre de la libertad religiosa nacional? El terrorismo árabe islámico se ha convertido en el mayor peligro del mundo, amenazando la civilización, la seguridad y la vida en todo lugar. Hoy es el símbolo del mal, del fanatismo religioso y la degradación moral, y es la esencia del crimen político en el mundo actual. El terrorismo islámico es el resultado de la política islámica ‘moderada’, como es descrita generalmente. La última prueba de ello es la fatwa del jeque Al-Qaradhawi, pidiendo el asesinato de todos los americanos en Irak. (...) Los árabes y los musulmanes de hoy en día no contribuyen en nada a la civilización y al progreso excepto en sangre, cabezas cortadas, cuerpos calcinados y el secuestro y asesinato de niños. La Yijad de la religión y la caballerosidad árabe se han convertido en el arte de la bomba trampa y el derramamiento de sangre. ¿Qué innovación o qué contribución social han hecho los árabes en el siglo XXI?»
 
Pero antes de que los guardianes de la ortodoxia multicultureta enciendan la hoguera purificadora, déjennos aclarar que las citas no están sacadas de ninguna web neocon norteamericana; ni siquiera de la página oficial del Pentágono. Provienen del resumen de prensa ofrecido por la web del MEMRI (siglas en inglés del Instituto para el Estudio de los Medios de Comunicación en Oriente Medio), sobre las reacciones de la prensa árabe tras el reciente ataque terrorista al colegio ruso. El primer texto pertenece a un artículo del periódico Al Sharq Al-Awsat, escrito por Abd Al-Rahman, ex editor de ese mismo diario y titulado “La dolorosa verdad es que todos los terroristas son musulmanes”. La segunda cita procede de una columna de Suleiman Al-Hatlan, publicada en el diario saudí Al-Watan, mientras que el tercer y último párrafo es una reflexión del periodista Aziz Al-Hajj, publicada en su propia página web.

En fin, en cuestiones de multiculturalidad, nuestra izquierda siempre resulta más papista que el Papa. Con perdón.

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