Sólo dos días ha tardado Pío García Escudero en tirarse en marcha del tren de Ruiz Gallardón, que era quien mantenía contra toda lógica su candidatura para el PP de la Comunidad frente a la de Esperanza Aguirre. Es el tiempo que le ha llevado constatar que Gallardón ha sido uno de los grandes perdedores del XV Congreso del PP, donde por aspirar a todo se ha quedado en nada. Vamos, como de costumbre. Pero no solamente ha quedado retratado Gallardón en su postura de abierto sabotaje a la presidenta de Madrid, sino el propio García Escudero, del que bien puede decirse lo que antaño de Butragueño: ni una mala palabra ni una buena acción.
Federico Jiménez Losantos
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Pío el rápido, Pío el heroico
Cuando García Escudero ha visto que el estatus de su padrino político era finalmente inferior no ya al de Acebes, sino al de Aragonés e incluso al de Michavila se apresuró a quitarse de en medio
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