Menú
GEES

Zapatero y el terrorista pacífico

¿Para qué sirven las Fuerzas Armadas más allá del desfile de la Fiesta Nacional?

¿Para qué sirven las Fuerzas Armadas más allá del desfile de la Fiesta Nacional? Seguramente todo el mundo tiene una respuesta, pero quien debería contestarla con urgencia es el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. De sus decisiones y acciones sólo cabe deducir que para muy poco y, en todo caso, no desde luego para el combate. Y mucho menos para la guerra contra el terror.
 
Pero supongamos que en el Irak actual se produjera la "solución Zapatero", esto es, el abandono de la coalición de todos los aliados de Estados Unidos, que Kerry gane y que, finalmente, las tropas americanas salgan de ese país. ¿Qué cree el presidente español que haría entonces Al Zarqawi? Zapatero dice creer que Irak está hoy peor porque sufre el terrorismo islamista, cosa que con Saddam Hussein en el poder no sucedía. Y achaca este mal a la intervención militar para derrocarlo e instaurar un régimen constitucional en Irak.
 
Pero dicha creencia oculta dos razonamientos bastante cuestionables: el primero, que sin intervención en el Irak de Saddam, las gentes como Al Zarqawi se reinsertarían pacíficamente en la sociedad y abandonarían sus largos años de entrenamiento y sus mortíferos planes. No se sabe muy bien por qué, pero es una condición necesaria de la ecuación de Zapatero.
 
El segundo, que los terroristas suicidas que hoy hacen saltar coches y camiones bombas contra pobres ciudadanos iraquíes que hacen colas interminables para apuntarse a la policía o las fuerzas de seguridad, son terroristas de nuevo cuño, que han realizado su travesía de personas normales y afables a fanáticos terroristas en los últimos meses y semanas por el mero hecho de que les resulta insufrible ver los uniformes de los militares de la coalición en el suelo de Irak. Puede que así sea en algún caso, pero todo parece apuntar en otra dirección: que los atentados suicidas se deben en una gran proporción a terroristas suicidas venidos de fuera de Irak. No siempre, pero si en muchos casos y en la práctica planificación de todos estos atentados.
 
Como también dice Zapatero, hoy Irak se ha vuelto el campo de batalla del terrorismo global. Lástima que esta frase no engarce bien con la crítica a la guerra. Por que ¿a qué se debe que Al Qaeda esté batallando en Irak? Sólo hay una respuesta posible: porque no quiere un Irak democrático. Y si lucha allí es porque teme que ese futuro sea posible gracias a la presencia militar americana y de sus coaligados.
 
Lo cual nos retrotrae a la primera cuestión ¿Para qué sirven las Fuerzas Armadas? En los años 90 se dio un gran salto cualitativo cuando se comprendió que los ejércitos no podían limitarse a la defensa de un territorio patrio frente a un invasor, sino que podían ser unos excelentes instrumentos para la exportación de la paz y la estabilidad. En la antigua Yugoslavia, además, se mostraron verdaderos artífices del nation-building. Y esas es la verdad que no quiere ver Zapatero, que las Fuerzas Armadas españolas podrían estar contribuyendo en este momento a la democratización no sólo de un país como Irak, sino a impulsar el cambio democrático en toda la zona. Lástima que el señor presidente del gobierno prefiera ver únicamente la bandera francesa desfilando ante sus ojos y que no mire más allá de la Castellana.
 
GEES, Grupo de Estudios Estratégicos

En España

    0
    comentarios