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Edwin Feulner

Corrupción planeando sobre la ONU

La Oficina de Contabilidad del gobierno de Estados Unidos calcula que la dictadura de Saddam Hussein logró ponerle la mano ilegalmente a 10 mil millones de dólares bajo el programa Petróleo por Alimentos

Se dice que el encubrimiento suele ser peor que el delito, pero ese no es el caso cuando lo que confrontamos es el fraude del siglo; el programa Petróleo por Alimentos de las Naciones Unidas es una de las más grandes estafas de la historia.
 
La Oficina de Contabilidad del gobierno de Estados Unidos calcula que la dictadura de Saddam Hussein logró ponerle la mano ilegalmente a 10 mil millones de dólares bajo el programa Petróleo por Alimentos, en el que aparentemente estuvieron involucrados varios miembros de la ONU. Por ejemplo, Benon Sevan, que era director ejecutivo del programa aparece en el listado de cientos de personas del Ministerio de Petróleo iraquí que recibieron sobornos del gobierno de Saddam Hussein. Y como era de esperarse, la ONU está tratando de esconderlo todo bajo la alfombra. Así vemos que la comisión investigadora nombrada por la ONU bajo la dirección de Paul Volcker, ex presidente de la Reserva Federal, lleva seis meses investigando sin conseguir avanzar un milímetro.
 
Eso no sorprende a nadie. La comisión fue formada para que fracasara. Tal y como informaron recientemente los expertos de Heritage Foundation Nile Gardiner y James Phillips, "sin el poder de hacer comparecer y obligar a mostrar los documentos está sujeta a las manipulaciones de la ONU. No tiene autoridad para impedir el desacato y lograr el cumplimiento de sus peticiones de información y tampoco tiene autoridad para disciplinar o castigar por las faltas que consiga". Las actuaciones de la Comisión Volker están envueltas por un velo de secretos. Sabemos quienes son los jefes de la investigación, pero más de 40 funcionarios no han sido identificados. Y esa es la gente que están revisando documentos, entrevistando a los testigos y recaudando información. Es decir, esos son los que están haciendo el trabajo. Esa gente debe ser independiente, pero como no sabemos quienes son, tampoco conocemos sus relaciones con la ONU
 
Una funcionaria clave de la comisión ya renunció por serias dudas sobre su imparcialidad. La portavoz de Volcker, Anna Di Lellio, dimitió el 24 de septiembre, después de que Heritage Foundation revelara su antiamericanismo. "No me gusta que los dos países que soy ciudadana, Italia y EEUU, hayan alquilado sus instituciones a dos familias", declaró Di Lellio al diario inglés The Guardian, en el primer aniversario del ataque del 11 de septiembre. "Con defensores como Bush y Berlusconi… ¿quién necesita a Bin Laden para destruir la cultura, la libertad personal, el respeto por otros seres humanos, la integridad y el estado de derecho?
 
Esa manera de pensar puede sonar bien en las Naciones Unidas, pero no en Irak, donde según las encuestas la mayoría de la gente agradece a la coalición dirigida por EEUU por haberlos librado de Saddam Hussein.
 
Mientras tanto, el secretario general Kofi Annan trata de cambiar el tema, declarando a la BBC que la guerra en Irak es "ilegal" según la Carta de las Naciones Unidas. Claro que prefiere decir tales tonterías que hablar del programa de Petróleo por Alimentos. Su hijo Kojo era asesor de una empresa que luego consiguió un cuestionable contrato por 4,8 millones de dólares con las Naciones Unidas. Y a pesar de que la ONU ha hecho 55 investigaciones internas del programa Petróleo por Alimentos, rehúsa dar a conocer los resultados. El mundo se merece una investigación completa y abierta del programa y los funcionarios de la ONU involucrados en el fraude deben ser despedidos y castigados bajo la ley americana o iraquí.
 
Pero no lograremos que se haga una investigación exhaustiva si dejamos de hacer presión. El Congreso de Estados Unidos tiene que asegurarse que las Naciones Unidas no logren esconder un fraude de 10 mil millones de dólares.

© AIPE

Edwin Feulner es presidente de la Heritage Foundation

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