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Antonio Golmar

La última metedura de pata de Teresa

Teresa opinó que en las remesas había demasiada ropa, ya que en Jamaica no la necesitan realmente. Supongo que pensará que los negritos jamaicanos andan mejor desnudos

Tal vez la única cosa divertida de una victoria de John Kerry en las elecciones del día 2 sea que tendremos nada menos que 4 años para reírnos a mandíbula batiente con las ocurrencias de su fatal esposa.
 
Además de mostrarse arrogante con los periodistas, a los que hace unas semanas calificó como "sacos de mierda" (scumbags) a pesar de lo mucho que ayudan a su marido, sin ir más lejos, un día antes del último debate CNN decidió transmitir su franja de tarde en directo desde Nuevo México. Como fondo del estudio improvisado, varias decenas de manifestantes demócratas portando carteles "Kerry/Edwards", sin duda una gran muestra de rigor e imparcialidad. Volviendo sobre Teresa, tras los huracanes que azotaron Jamaica el mes pasado, la señora de Kerry se presentó en el puerto de Nueva York para apoyar con su presencia el envío de ayuda humanitaria a la isla. Ante el estupor general, Teresa opinó que en las remesas había demasiada ropa, ya que en Jamaica no la necesitan realmente. Supongo que pensará que los negritos jamaicanos andan mejor desnudos.
 
La última joya de la candidata a Primera Dama se produjo el miércoles, cuando en una entrevista al periódico USA Today dijo lo siguiente sobre Laura Bush: "No la conozco, pero parece una persona tranquila. Tiene un bonito brillo en sus ojos. Pero no sé si alguna vez ha tenido un trabajo de verdad, quiero decir, desde que es adulta. Su experiencia viene de cosas importantes, pero diferentes".
 
Más tarde la señora Heinz Kerry emitió un comunicado de prensa en el que lamentaba haber olvidado que la esposa del presidente había trabajado como maestra y bibliotecaria y afirmaba que el trabajo de maestra es el más importante. A continuación se disculpaba y valoraba el gran servicio prestado por Laura Bush al país.
 
Mientras la Primera Dama quitaba importancia a lo sucedido y declaraba a los medios que la mujer de Kerry no tenía por qué disculparse la consejera presidencial respondía de este modo: "Las palabras de la señora Heinz son indicativas de una desafortunada mentalidad que divide a las mujeres entre las que trabajan dentro y las que trabajan fuera de nada".
 
Gane quien gane, espero que alguna avispada periodista de Vogue nos obsequie con un amplio reportaje sobre la candidata a Primera Dama. El artículo puede contener más humor negro que un volumen entero de El Jueves.

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