Ahora se sabe que los "butroneros" de la Federación Internacional de Hockey dejaron que miembros de la Generalidad les pusieran los dientes largos con un puñado de dólares -cuatrocientos mil en cinco años, según consta en la denuncia efectuada este jueves por el portavoz de deportes del Partido Popular en el Congreso- para que Cataluña fuera admitida provisionalmente como miembro de pleno derecho. Así que no sólo se limitaron a seguir de cerca al representante italiano, el más furibundo opositor de la aceptación catalana, para ver cuánto tiempo tardaba de media en cambiarle el agua al canario y aporovechar así su momentánea ausencia de la decisiva reunión de Miami, sino que, para evitar cabos sueltos, ofrecieron al resto un "regalito" en nombre de "Catalonia". ¡Pues estamos apañados con la FIRS!...
Yo creo que, si Francisco González tiene razón y pruebas suficientes que acrediten documentalmente la "envolvente" que nos hicieron en Miami el pasado 26 de marzo, la posición de Jaime Lissavetzky en la reunión de finales de noviembre debiera ser la de exigir la dimisión en pleno de todos los miembros de la Federación Internacional que votaron a favor de la admisión provisional de un territorio español como federación independiente, empezando, desde luego, por el cabecilla de todos ellos, Isidre Oliveras, Isidro, Isidrín. Si el secretario de Estado para el Deporte está lo suficientemente despierto, que esa es otra, aparcará su "lirio" en doble fila y aprovechará esta nueva baza que se le ofrece, impugnando además aquella famosa reunión a la espera de la ulterior investigación que pueda llevarse a cabo.
Al parecer, el acuerdo suscrito entre Oliveras y los representantes de "Catalonia" no fue luego distribuido a los miembros del Comité Central. ¿Estaban en Babia o es que se limitaban a mirar hacia otro lado?... Yo creo que quien "regala" una vez -y más aún con las características de ocultismo consciente denunciadas por Francisco González- puede hacerlo dos, tres y cuatro si ello fuera imprescindible para conseguir sus propósitos. No parece que la victoria catalana en el Mundial B (victoria que posibilita un hipotético enfrentamiento con España) esté bajo sospecha, pero también pensábamos que el resultado del 26-M era fruto del poder de erudición de Isidre y el desconocimiento de los miembros de la FIRS, y ayer nos demostraron todo lo contrario. Lissavetzky debe abandonar su catenaccio y pasar decididamente al ataque. ¡Aparque el lirio, don Jaime!