En lo único que coinciden los sondeos de última hora es en que el Partido de los Cobardes no va a obtener ni un solo voto en América. Por tanto, gane Bush o gane Kerry, ya conocemos el veredicto de las urnas: España ha perdido.
Hasta hace unos minutos, la octava potencia económica del mundo sustentaba toda su política exterior en torno a una única premisa: la inminente arribada a la Casa Blanca de Michael Moore. Tal era la certeza del geoestratega Rodríguez en ese desenlace que incluso había redactado personalmente el parte de la victoria. Lo iba a leer Eduardo Haro Tecglen esta noche, en el telediario de Lorenzo Milá. Y rezaba así: "Cautivo y desarmado el ruin imperialismo yanki, la tropa de Ben Laden, Arafat, Almodóvar, Sadam Husein, Hugo Chávez, Tirofijo (en la nuca), Curro Moratinos, Kim Jong Il, Fidel Castro, Javier Sardá, y todas las putas tristes de García Márquez, ha alcanzado sus últimos objetivos. El aislamiento internacional de España ha terminado". Y en eso llegó el Tío Sam con las rebajas.
Mientras escribo estas líneas, aún no se ha escrutado la primera papeleta. No obstante, ya se sabe que hay escrito en ella. Lleva marcado con una cruz el nombre de Bush, y debajo, una inscripción: "Roma no paga traidores". Asimismo, es de dominio público el contenido del segundo sobre electoral que se abrirá dentro de unas horas. En ése, aparece señalada la casilla de Kerry. E, igual que el anterior, va acompañado de un mensaje manuscrito. Traducido literalmente, dice: "Amigos españoles del PSOE, el Partido Demócrata es el de Clinton, aquel que bombardeó Serbia sin esperar a una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Si ya no lo recuerdan, pregúntenselo a Javier Solana y les refrescará la memoria. Por la nuestra no se preocupen. Funciona tan bien que nos resultará imposible olvidar jamás las ofensas de su Rodríguez a nuestra bandera".