Muchos analistas, de distintas tendencias, han destacado nada más comprobarse la histórica victoria de George W. Bush, el papel que los valores morales han tenido en el apoyo popular al reelegido presidente. No les faltaban razones. Una encuesta a pie de urna revelaba que la principal preocupación de los votantes era precisamente "los valores". Yo mismo llegué a pensar que así era. Pero una mirada más atenta a los datos muestra que este primer análisis no es muy iluminador y está profundamente equivocado.
El atávico sectarismo de la izquierda ha aprovechado esta idea para denigrar a los votantes del candidato republicano. Sería la América profunda, rural, inculta, religiosa y por tanto hipócrita (¡!) la que ha llenado las urnas con suficientes votos como para vencer a John Kerry. Al desprecio por el principio un hombre un voto se suma el sectarismo hacia quien no comparte las propias ideas y en este caso, además, el error en la interpretación de los datos. En primer lugar los Estados Unidos son prácticamente en su totalidad clase media. Incluso los más pobres cuentan en gran parte con el estilo de vida del resto de conciudadanos, aunque con menos medios. Y es una sociedad muy plural en todos los sentidos. Pretender que un 51% de los votantes en Estados Unidos son un rebaño de paletos meapilas es excesivo, incluso para algunos analistas.
Pero es que, por añadidura, un análisis más cuidadoso de los datos lleva a conclusiones muy diferentes. Si nos fijamos en quienes van habitualmente a misa, su porcentaje sobre el total de los votantes ha caído del 42% en 2000 al 41%, lo que compensa el aumento de la proporción de estos que ha apoyado a Bush en las últimas elecciones (un 61% por el 59% de 2000). De modo que en ambas elecciones quienes acuden a misa con regularidad son el 25% de los votantes de George W. Bush. Los Estados en que el republicano más ha incrementado su voto no concuerdan con los análisis que se han hecho en un primer momento, ya que hablamos de Hawai (+7,3%, Rhode Island (+6,9%), Nueva York (+5,5%), Nueva Jersey (+5,5%) o su Connecticut natal (+5,10%). Ninguno está entre los Estados en que más predicamento tiene la Biblia. Por el contrario, en los 11 Estados en que se aprobó la prohibición del matrimonio entre homosexuales Bush no ha aumentado su apoyo, como destaca David Brooks. No solo eso. Bush ha mejorado 10 puntos entre los votantes de áreas urbanas, y 3 entre las suburbanas, mientras que en las áreas rurales el voto al candidato republicano ha caído dos puntos porcentuales de 2000 a 2004.
Uno de los datos que parecían reforzar la tesis del "voto moral" es el salto republicano entre los votantes hispanos, de unos nueve puntos porcentuales. Los hispanos son en su mayoría cristianos y dan mucho valor a la familia. Pero esta bien podría ser una mala interpretación. Como también se podría haber malinterpretado la respuesta de los votantes cuando dicen haberlo hecho por "cuestión de valores". Estos valores bien podrían ser la lucha contra el terrorismo islámico, que golpeó al país hace tan solo tres años, y que ha centrado la campaña, junto con la guerra de Irak. Además, la mayoría de los estadounidenses no solo apoya la intervención que acabó con el derrocamiento de Sadam Husein, sino que lo ve como parte de la lucha contra el terror. Es eso precisamente lo que podría haber animado a más hispanos a votar por el republicano.