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Juan Manuel Rodríguez

Sobre la clausura del Camp Nou

Me parece un verdadero escándalo (y un precedente peligroso) que Villar vaya a amnistiar al club catalán

Es una verdadera lástima que Gerardo González haya esperado hasta perder las elecciones con Ángel Villar para empezar su campaña electoral. Alguien que desconociera cómo se maneja nuestro fútbol podría haberse sorprendido con el apoyo en bloque de la LFP a la candidatura que encabezaba el gallego, cuando él fue precisamente el verdadero "cerebro gris" de la operación iniciada en la calle Alberto Bosch y cuyo único objetivo consistía en asfixiar lentamente a la Liga que por aquel entonces presidía Antonio Baró. Sin embargo a mi ya no me sorprende nada. Tampoco que Laporta hiciera caso omiso a sus compañeros y terminara votando a Villar. Ni que ahora, algunos años después de que tratara de ningunearles, los clubes puedan pensar en el propio González como futuro presidente.

En la Liga, como en la vida, los peces grandes siempre se han comido a los chicos. ¿Quién se atreverá a ponerle el cascabel a Laporta después de que haya cometido la tremenda e injustificable felonía de abandonar el rebaño? ¿En qué consistirá su castigo? ¿Será suficiente con el "puchero" que le ha hecho un vicepresidente cuyo nombre ahora mismo no recuerdo? Laporta sabe perfectamente que, en el fondo, la Liga funciona como un auténtico mercado persa. El votó lo que consideraba mejor para el Fútbol Club Barcelona. ¿Quién tiene en la LFP el peso suficiente para reprochárselo?... Absolutamente nadie.

Decía que es una pena que Gerardo González haya esperado hasta el 1 de diciembre para empezar una campaña electoral que creo recordar se dio por finalizada el pasado 26 de noviembre. Y digo esto porque, por fin, el candidato derrotado se refirió a la sanción de clausura del Camp Nou que lleva flotando por ahí los dos últimos años. Me parece un verdadero escándalo (y un precedente peligroso) que Villar vaya a amnistiar al club catalán, pero la mayoría de periodistas que seguimos la campaña electoral sacamos la conclusión de que González y Losada harían exactamente lo mismo llegado el caso. Parece que no era así, pero lo parece ahora cuando ya sólo podemos considerar sus palabras como un brindis al sol. Acusado de madridista, González confesó ayer después de mucho tiempo que él sí habría cerrado el estadio del Fútbol Club Barcelona, y que por eso mismo le pasó factura Joan Laporta. Me parece un poquito pronto para empezar a preparar las elecciones de 2008, y quizás para entonces su rival ya no sea Villar, aunque nunca se sabe, sino Losada, pero es bueno que Gerardo empiece a hablar claro. Nunca es tarde si la dicha es buena, aunque la dicha sea tardona y llegue con ciento veinte horas de retraso.
 

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