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Ignacio Villa

Rubalcaba, el preguntador

No deja de ser paradójico que el mismo que rompió el día de reflexión se convierta en el "interrogador" del presidente

Pretendían hacernos creer que Rubalcaba estaba fuera del circuito de la Comisión del 11-M. Pretendían, asimismo, convencernos de que el actual portavoz parlamentario del PSOE se mantenía al margen de la misma. Nada más lejos de la realidad. Rubalcaba entra en acción y lo hace precisamente –no es casualidad– el día de la comparecencia de Zapatero.
 
Rubalcaba, que ha movido los hilos desde el primer momento, –baste con recordar el testimonio del portero automático de Alcalá– irrumpe ahora en escena para tapar muchos huecos, que previsiblemente el presidente del Gobierno será incapaz de evitar. Pero ciertamente no parece que sea la mejor "pareja política" para defenderse de una realidad difícil de ocultar: el PSOE, en una actitud sin precedentes, rompió la jornada de reflexión del 13 de marzo.
 
Una vez se encuentren en el estrado los protagonistas de aquella jornada hay varias cuestiones que deberán contestar. ¿Donde estaba Zapatero mientras Rubalcaba violaba el día de reflexión llamando mentiroso al Gobierno?, ¿en qué momento dio luz verde Zapatero a Rubalcaba para que saliera con esas acusaciones?, ¿a qué hora se enteró el entonces secretario general del PSOE de las manifestaciones ante las sedes del Partido Popular?, ¿Pidió que esas manifestaciones fueran disueltas?. Estas son sólo algunas de las preguntas que, tanto Zapatero como Rubalcaba, deberían contestar en la Comisión del 11-M y que aclararían muchas de las cuestiones que están sin despejar.
 
No deja de ser paradójico que el mismo que rompió el día de reflexión se convierta en el "interrogador" del presidente. Tiene mucho que callar, mucho que ocultar y mucho que disimular. Pero, por favor, que no llegue a la Comisión de investigación hablando de un gran pacto contra el terrorismo internacional o de la alianza de civilizaciones.

La única propuesta válida que Zapatero puede llevar el lunes al Congreso es la decisión de que la Comisión de investigación debe de continuar. Por lo que se ha visto hasta ahora pensar que eso va a pasar es una ingenuidad. Pero que no se engañen, si no quieren investigar en el Parlamento, habrá que hacerlo desde fuera. Algunos medios de comunicación –pocos– están dispuesto a hacerlo.

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