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Federico Jiménez Losantos

¿Y ahora qué, Zetapé?

Lo que diferencia a una democracia de una dictadura es que en la primera la Oposición acosa al Gobierno y en la segunda, el Gobierno acosa a la Oposición. Es lo que sucede en Venezuela y lo que ha empezado ya a suceder en España

Es posible que el Gobierno del PSOE y sus satélites hayan puesto ya en marcha sin posible marcha atrás ese golpe legal para acabar con la Constitución Española y con su fundamento político, que es nuestra nación, que empezaría con el plebiscito sobre la Constitución Europea y terminaría con las naciones instaladas a modo de gusanos en el cuerpo hasta ahora indivisible y lozano de la nación española, la única legalmente existente hasta hoy. Si es así, y los hechos permiten temerlo con fundamento, Julio Pérez no habrá pasado de las gamberradas en la red a Jefe de Gabinete de Caldera, sino que estará quizás a la cabeza de los piratas que ayer craquearon las páginas de la COPE y antes habían hecho lo mismo con la del falso gruporisa que sirvió de excusa al Gobierno y a la SER para su miserable campaña de mentiras descaradas e injurias redomadas contra los humoristas de “La Mañana”, la COPE y la Conferencia Episcopal.
 
Ya todo es posible con este Gobierno, menos que respete la ley y se comporte con un mínimo de decencia. Al menos, en lo que a Internet se refiere. Y no sólo a Internet.
 
Hay muchas páginas injuriosas para los políticos, los periodistas, los valores y las ideas de la Derecha. Y hay una parte inevitable en esos excesos, porque lo da el medio y porque la sátira, por cruda que sea, es parte de la libertad de expresión que define a las democracias, siempre que no sobrepase los límites del Código Penal. Y lo que sin duda supone la liquidación del estado de Derecho es que el dinero de todos los españoles que administra temporalmente el Gobierno se utilice para perseguir a una parte de esos españoles, ayer en el Gobierno y hoy, merced a la masacre del 11-M, en la Oposición. Lo que diferencia a una democracia de una dictadura es que en la primera la Oposición acosa al Gobierno y en la segunda, el Gobierno acosa a la Oposición. Es lo que sucede en Venezuela y lo que ha empezado ya a suceder en España. Tomamos nota, Pérez. No lo olvidaremos, Zetapé. 

En España

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