Internet no sólo sirve para mejorar las comunicaciones entre personas, acceder a información proveniente de casi cualquier lugar del mundo o entretenerse junto con personas a las que no conocemos y pueden estar en cualquier país de la tierra. También se ha mostrado útil para extender geográficamente la suerte y la alegría del "Gordo" de Navidad.
La mítica Bruixa d'Or, administración de lotería más popular de España, ha repartido más de la mitad de los décimos premiados con el Gordo a través de la Red. De hecho el 56 por ciento de los billetes que ha distribuido fueron comprados por Internet. No es de extrañar, puesto que esta bruja leridana se convirtió este verano en la empresa española líder de ventas on line, con una facturación anual de 42 millones de euros.
El Estado, a través de la Agencia Tributaria, estuvo a punto de cortar esta posibilidad de que la Red extendiera geográficamente la suerte que reparte la Bruixa d'Or. Hacienda denunció, hace algo más de dos años, a este comercio por un supuesto delito de contrabando de billetes de lotería. Afortunadamente, la Fiscalía decidió archivar el caso. De hecho, la ofensiva del organismo encargado de recaudar impuestos, lejos de dañar a la popular empresa lo que hizo fue favorecerla. Tras la denuncia, que tuvo un amplio seguimiento mediático, la Bruja aumentó de forma espectacular sus ventas por Internet. No deja de ser irónico que el organismo de la Administración española que mejor se ha adaptado a Internet –la cantidad de declaraciones de la Renta presentadas on line aumenta cada año– fuera el mismo que sospechara de una empresa privada que también había encontrado en la Red un filón de oro para su legítimo negocio.