Ha retornado el ex presidente argentino Carlos Saúl Menem a su país al ser levantada por los jueces Oyarbide y Urso la orden de captura internacional que habían dictado, después de que sus familiares y amigos pagaran una fianza de tres millones de pesos y el compromiso expreso de que concurrirá a declarar. Regresó por la noche a La Rioja, donde inmediatamente realizó un acto político, ante miles de personas con pancartas desplegadas, saludos, vítores y los clásicos tambores peronistas. En el estrado, levantado en la sede del Partido Justicialista local, desde donde habló, colgaban dos enormes cuadros: de Juan Domingo Perón y de Evita Perón.
Menem pasará las fiestas navideñas en su casa "La Rosadita", en su Anillaco natal, a 120 kilómetros de La Rioja, pequeña población de calles de tierra rojiza donde el polvo se alza como canela. Quien esto escribe conoce el lugar y la famosa casa de Menem, que está a nombre de su hija, Zulema María Eva, quien, dicho sea de paso, se ha reconciliado con su padre, en tanto lleva adelante su divorcio de un conde italiano.
Carlos Menem, que tiene 74 años, no se hizo esperar en cuanto a sus intenciones. Dijo que venía a la Argentina para crear un frente opositor peronista y para postularse a la presidencia en el 2007, cuando finalice el mandato de Kirchner. Ya había dicho antes de llegar, que: "No tenemos presidente del partido Justicialista, ni tenemos Consejo Nacional. Es decir, es una situación totalmente anómala producto de que la señora de Kirchner y su esposo están tratando de formar un movimiento aparte de nuestro movimiento".
Menem parece retener una cuota de poder en el justicialismo; sobre todo, en aquellos sectores que están en desacuerdo con las ideas de Kirchner, de rodearse de fuerzas políticas ajenas al peronismo y vinculadas con la izquierda. Si Menem lograra atraer a éstos, Kirchner podría perder varios escaños en el Congreso en las próximas elecciones legislativas.
Asimismo, el ex presidente anunció que el lunes se presentará a la justicia para saldar sus cuentas pendientes. Es investigado por episodios de corrupción durante su mandato de diez años, por los magistrados Urso y Oyarbide: el primero investiga la responsabilidad del ex mandatario en licitaciones y, el segundo, presuntos delitos de enriquecimiento ilícito.