Confusiones políticas

Una frecuente práctica entre analistas políticos y medios de comunicación es hablar del “modelo neoliberal”. En la realidad no existen modelos, sino políticas concretas con resultados ineludibles, trátese de un Gobierno de derecha, izquierda, dictatorial, democrático, civil o militar.

 

Las políticas pueden ser realistas o populistas. Las políticas populistas son aquellas que buscan ganar votos y popularidad mediante el reparto de privilegios y canonjías a grupos de simpatizantes o electores potenciales. Esas políticas, que implican un mayor gasto gubernamental, pueden ser instrumentadas tanto por Gobiernos democráticos como dictatoriales.

 

Si un dictador tiene un alto déficit presupuestario va a generar inflación a medio plazo, un incremento de las tasas de interés, un mayor déficit en la balanza comercial y la devaluación de la moneda. Si un presidente demócrata tiene déficit presupuestario logrará exactamente los mismos resultados.

 

Si un Gobierno emite dinero para estimular el crecimiento y cubrir su déficit fiscal, sea católico, protestante, de buena o mala fe, enfrentará a medio plazo un aumento de los precios. En economía hay siempre una relación causa/efecto, por lo que al instrumentar una política económica específica se pueden esperar ciertos resultados.

 

Hay circunstancias que pueden retrasar los efectos de esas políticas o confundir a la opinión pública para que no identifique la relación entre una acción gubernamental concreta y sus resultados, pero tarde o temprano, visibles u ocultos, diluidos o concentrados, se darán los efectos.

 

Hablar de modelos causa confusión. Nos preguntamos: ¿cuál es el modelo chino?, ¿es neoliberal, comunista, socialista? ¿Cuál es el modelo brasileño, el argentino, el americano o el australiano? Más que hablar del modelo neoliberal, que algunos toman como esperanza y otros lo satanizan, analicemos las políticas concretas que cada Gobierno pone en práctica y, a la luz de la ciencia económica y de la experiencia empírica, identifiquemos los resultados esperados. De acuerdo con ese análisis, pidamos a los Gobiernos que eviten instrumentar políticas económicas que generan daños y atrasos, como nos enseña la ciencia económica.