Menú
Juan Manuel Rodríguez

¡Donde estén los callos que se quite el aire!

Cuando escucho a Joan Laporta afirmar con decisión y contundencia que están más unidos que nunca no me cabe la menor duda de que en la junta directiva del Barcelona está ardiendo Troya, con caballito incluido

Efectivamente supone una norma de obligado cumplimiento en este mundillo del fútbol profesional que cuando un presidente ratifica en su puesto al entrenador, éste puede darse inmediatamente por cesado. Ya me conozco la frasecita: "Confiamos ciegamente en fulanito, y esperamos que siga mucho tiempo con nosotros. Es más, su situación no se ha tratado en la junta directiva". Eso significa que el fulanito en cuestión puede ir apuntándose a la lista del INEM más cercano y que, no sólo ya nadie confía en él y está más sólo que la una, sino que el suyo ha sido el único asunto que ha tratado la junta directiva. Y esto puede comprobarse científicamente.
 
Por eso cuando escucho a Joan Laporta afirmar con decisión y contundencia que están más unidos que nunca no me cabe la menor duda de que en la junta directiva del Barcelona está ardiendo Troya, con caballito incluido. Y cuando el presidente azulgrana grita a los cuatro vientos que Sandro Rosell y él salieron reforzados de la cena no cabe tampoco la menor duda de que a Rosell, ex hombre fuerte del club catalán, le queda lo que resta de temporada y poco más. Esto, naturalmente, no podrá comprobarse científicamente hasta que acabe la Liga, pero ya verán cómo la historia va por ahí. Los elogios a Sandro Rosell se tornarán lanzas en junio si el Barça, como ahora parece previsible, no gana la Liga. Y, en caso de ganarla, Rosell se largará en loor de multitud y no será desechable la idea de que se convierta en oposición (leal, claro) al presidente. Laporta sale ahora mismo reforzado y Rosell un poco tocado, pero el fútbol ha sido siempre presidencialista y no entiende de lealtades.
 
Desde la última vez que escribí sobre la situación azulgrana sigue resultándome curioso que Johan Cruyff, crítico por antonomasia del efecto pernicioso del "entorno", se haya convertido a sí mismo en un peligrosísimo entorno, un entorno capaz de desencadenar una crisis en un momento de bonanza deportiva. Imagínense qué sucedería si, encima, las cosas fueran mal.
 
Posdata culinaria: ¿Quién nos pone la pierna encima para que no levantemos cabeza? Ferrán Adriá servirá las comidas de los miembros de la Comisión de Evaluación del COI encargados de ponerle nota a la candidatura de Madrid 2012... ¿Se imaginan a Ser Miang Ng comiéndose una croqueta líquida? ¿O a Mustapha Larfaoui degustando una espaldita de conejo con pulpito? ¿Qué dirá Nawal El Moutawakel cuando el dueño deEl Bullile ponga en el plato una olla de aire o un palito de algodón?... ¿Pretendemos acaso que no vuelvan? ¿Está detrás de esta operación Agustí Pujol?... ¡Donde estén los callos que se quite el aire!

En Deportes

    0
    comentarios