La comparecencia del ministro Alonso en la Comisión parlamentaria ha sido la viva imagen del patetismo político. El responsable de la cartera de Interior ha intentado quitarse de en medio en uno de los sucesos más lastimosos vividos en España en los últimos años.
Alonso –de forma irresponsable– dice que la cúpula política de Interior nada ha tenido que ver con las detenciones ilegales de dos militantes del Partido Popular. Parece que el ministro no sabe que existe un concepto llamado "responsabilidad política". Es un pequeño detalle, del que parece olvidarse, Alonso tiene siempre responsabilidad política de lo que se haga en su ministerio, aunque ahora se esconda en una guarida.
Además el ministro del Interior ha dejado claro que su talante personal es una auténtica quimera. No se le ocurre otra cosa que echar la culpa a la Policía y al delegado del Gobierno. En fin, con este panorama no está de más recordar a Alonso que no es ministro de Industria, sino del Interior y que por lo tanto en las detenciones ilegales de dos militantes del Partido Popular tiene mucho que decir.
Por cierto, además de quitarse de en medio, Alonso ha tenido la poca vergüenza de explicar que las detenciones se producen después de que una emisora de radio identificarán a los dos militantes del Partido Popular. ¿Saben a qué emisora se refiere el ministro? Pues la Cadena SER. Resulta que la identificación de los dos militantes del PP se hace por tres razones:
a) Salir en la foto
b) Estar a cinco metros de un ministro
c) Llevar una bandera de España.
El señor Alonso se ha cubierto de gloria. No sólo no ha despejado ninguna incógnita, sino que ha tenido la desfachatez de esconderse en la nada. De la comparecencia de Alonso nos quedamos con su insustancialidad política y con que escucha la Cadena SER antes de tomar una decisión. Por cierto, seguimos sin saber quién pegó a Bono. Menuda contrariedad.
