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Fundación Heritage

Mejorando las relaciones EEUU-Europa

Uno bien podría decir que la UE está siendo definitivamente unilateral en este tema. Se supone que Europa y Estados Unidos son aliados militares en la OTAN después de todo, ¿no?

Helle Dale

La próxima semana, el Presidente Bush cruzará el Atlántico en busca de mejores relaciones con las naciones europeas. Mejorar la "atmósfera transatlántica" se ha convertido en una de las prioridades de su segundo mandato y la visita de Bush será la continuación del enormemente exitoso viaje diplomático concluido la semana pasada por la Secretaria de Estado Condoleezza Rice.
 
Los europeos, que se han quejado amargamente de abandono y hostilidad por parte de la Administración Bush, por fin sienten que les están alimentando el ego. Bush hasta se las arregló para agradecer a la Unión Europea por su apoyo en Irak en el discurso inaugural, sin duda la primera mención a la UE en la historia americana. "Sí, nos tomó de sorpresa" dijo un funcionario holandés visitante.
 
Por su lado, la administración Bush ha tomado varios pasos para atender las preocupaciones europeas. Estamos en unas negociaciones palestino-israelíes muchísimo más directas; la ayuda exterior americana se ha incrementado en el presupuesto de 2006; los asuntos medioambientales han vuelto como tema de discusión ahora que Kioto ha entrado en vigor; contratistas de países europeos que no participaron en la guerra han sido aceptados desde el año pasado para que puedan licitar.
 
Sin embargo, los europeos han aceptado a regañadientes enviar un pequeño grupo de especialistas para que ayuden a entrenar a la policía iraquí bajo auspicio de la OTAN a pesar que no se sabe a ciencia cierta dónde se realizarán las prácticas. El gobierno francés persiste en la absurda idea que el lugar no puede ser Irak.
 
Un gesto de buena voluntad mucho más significativo de la UE sería escuchar las quejas americanas acerca de la escalada armamentística de China y dar marcha atrás en una muy mala decisión. Desde la masacre de Tiananmen en 1989, Estados Unidos y la Unión Europea han impuesto un embargo de armas contra China (el embargo americano es muchísimo más estricto que el europeo). El plan europeo es levantar el embargo en junio según el Alto Comisionado de Asuntos Exteriores europeo Javier Solana.
 
Uno bien podría decir que la UE está siendo definitivamente unilateral en este tema. Se supone que Europa y Estados Unidos son aliados militares en la OTAN después de todo, ¿no?
 
La lista de razones para que Europa escuche es larga: Durante la década anterior, China ha sido parte de actos que claramente amenazan la seguridad americana y sus intereses nacionales en Asia Oriental, hasta el punto de casi llegar a la confrontación militar en el estrecho de Taiwan durante la administración Clinton. Es sabido que China, país proliferador de armas a gran escala, ha transferido tecnología occidental a países como Irán, Corea del Norte y Pakistán. Y China está metida en una gigantesca escalada armamentística al ritmo de 17.8 mil millones de dólares desde 1995 sin enemigos externos a la vista.
 
El historial de derechos humanos en China no ha mejorado. Hoy por hoy, el gobierno chino aun niega a sus ciudadanos la libertad de expresión y de culto así como el derecho a un juicio justo y público. Más que nunca, el gobierno chino está intentando restringir el acceso a Internet y las fuentes de información occidentales.
 
Y aun así, especialmente el gobierno francés y alemán "que son los que presionan para que se levante el embargo" argumentan que es hora de cambiar. ¿Por qué? Como lo puso un portavoz del Ministerio de Exteriores francés "Claro que estamos a favor que se levante el embargo. No corresponde ya a la realidad de la sociedad estratégica sino-europea". Algunos europeos desean que esta sociedad estratégica pueda servir como contrapeso internacional a Estados Unidos.
 
Los contratistas de defensa europeos como EADS están echándole el ojo a los miles de millones de dólares en lucrativos contratos y los europeos están uniendo fuerzas con China para trabajar en todo desde helicópteros multiuso a sistemas de navegación global por satélite. Los europeos argumentan muy débilmente que un nuevo "código de conducta" propuesto para la venta de armas hará que las ventas europeas sean más transparentes y fáciles de regular. Si ésa fuera la intención, reforzar el embargo existente sería un paso mucho más lógico.
 
Todo esto deja a la administración Bush con algunas opciones muy impopulares de por sí. Bastaría con decirlo y podríamos revivir la COCOM (la Comisión coordinadora para el control multilateral de exportaciones) de aquellos viejos tiempos soviéticos, la cual podría ofrecer un fórum para el intercambio de información entre europeos y americanos para saber quién vende qué armas a China y cuándo. O sino el gobierno americano podría empezar a negar licencias de exportación a los aliados europeos en algunas de las tecnologías más sensibles y en la venta de tecnología de "uso dual" a cualquier nación europea que vendiese armas a China. En ese caso, sí que veríamos una verdadera tormenta en el Atlántico.
 
©2005 Washington Times
 
©2005 Traducido por Miryam Lindberg
 
Helle Dale es directora del Centro de Estudios de Asuntos Exteriores y de Defensa de la Fundación Heritage. Sus artículos se pueden leer en The Wall Street Journal, The Washington Times, Policy Review y The Weekly Standard. Además, es comentarista de política nacional e internacional en CNN, MSNBC, Fox News y BBC.
 
Libertad Digitalagradece a laFundación Heritageel permiso para publicar este artículo

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