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EDITORIAL

El criado del “corazón de Europa”

No sabemos que tendrá el gobierno de ZP contra los “barrios ricos” como el de La Moraleja, como no sea el hecho de que suelen ser los preferidos de los socialistas una vez que disfrutan de un cargo político

No sabemos que tendrá el gobierno de ZP contra los “barrios ricos” como el de La Moraleja, como no sea el hecho de que suelen ser los preferidos de los socialistas una vez que disfrutan de un cargo político. Lo cierto, sin embargo, es que un día después de que lo hiciera el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, Alfredo Pérez Rubalcaba ha vuelto a arremeter contra los ciudadanos de este barrio madrileño que votaron No a la Constitución y dijo que son "la derecha dura del PP".
 
Si demagógico y poco democrático es descalificar a los votantes por el sentido de su voto o por la zona residencial en donde habitan, la desfachatez es, sin duda, el tercer claro ingrediente del discurso con el que el PSOE insiste en arremeter contra el PP y esquivar la responsabilidad del gobierno por el sonoro fracaso de convocatoria que ha cosechado esta cita electoral del 20-M.
 
¿Cómo se puede tener la desfachatez de hablar de la “boca pequeña” del PP cuando el principal partido de la oposición ha pedido en todo momento el mismo voto que el solicitado por el gobierno y han sido sus principales socios los partidos que abiertamente han pedido lo contrario? Se lo advertimos al PP, pero no quiso hacer caso.
 
En cualquier caso, mucha desfachatez va a necesitar todavía el gobierno del 14-M para explicar la contribución de España al acercamiento de Europa y EEUU. Porque no nos engañemos. Más que contribuir, parecería que los españoles estorbamos. Ni Chirac, ni Schröder –no digamos ya Blair o Berlusconi- han hecho la menor gestión ante Bush, aunque sea en nombre de la solidaridad europea y de la dignidad de todos sus integrantes, para pedirle que deje de ningunear a ZP en pro de ese objetivo compartido como es el fortalecimiento de los vínculos trasatlánticos.
 
Por mucho que Zapatero todavía pretenda hacernos creer que ha dirigido a España al “corazón de Europa”, lo cierto es que viene Bush de invitado y lo primero que hace el “corazón de Europa” es tolerar que el presidente de nuestro gobierno sea tratado como un criado. Alguien que no se sienta en la mesa y a quien, si el invitado saluda, lo hace de paso y en los pasillos. ¿Es este el papel decisivo en Europa que ZP reservaba a España?

En España

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